Una de las enfermedades más frecuentes entre los acuarios de nuestros hogares es la llamada ‘enfermedad del terciopelo’. Se trata de una afección de la piel terriblemente contagiosa que puede afectar gravemente a la salud de los peces.

Enfermedad parasitaria
Esta patología afecta tanto a las especies de agua dulce como a las de agua salada. En el primer caso está causada por el parásito ‘Oodinium pillularis’, mientras que es el ‘Oodinium ocellatum’ el que ataca a los peces de agua salada. En este último caso también es llamada ‘enfermedad del pez de coral’.

Durante su primera fase de vida, estos parásitos se adhieren a la piel y branquias de estos animales, alimentándose de su tejido y creando pequeños nódulos en la superficie. Una vez se hacen adultos, se desprenden y comienzan a buscar una nueva víctima en el acuario.

¿Cuáles son sus síntomas?
El nombre de esta enfermedad no es ninguna casualidad. Se manifiesta creando una capa aterciopelada en la piel del pez, que puede ser amarillenta, gris, parda o blanquecina. También es común la aparición de manchas y quistes, por lo que a veces se confunde con la enfermedad del punto blanco.

Otros síntomas comunes son la inapetencia y la poca movilidad. Por no hablar de la respiración agitada, ya que los parásitos bloquean las branquias de estos animales. También provocan fuertes picores, por lo que los peces afectados se rascarán frotándose contra piedras y otros elementos decorativos del acuario.

Todo ello puede llevarles a la muerte en cuestión de días si no ponemos remedio a tiempo.

Aislamiento inmediato y tratamiento
Es una enfermedad muy contagiosa, por lo que los peces afectados deben ser aislados inmediatamente e iniciar un tratamiento. Antes tienen que ser analizados por un veterinario que confirme el diagnóstico y evalúe su estado.

En base a eso establecerá un tratamiento que se administra en forma de gotas que se vierten en el agua del acuario. Se trata de medicamentos diseñados para eliminar estos parásitos, generalmente compuestos por sulfato de cobre pentahidratado y cloruro de metiltionino, entre otros componentes.

También es esencial cambiar el agua infectada y mantener el acuario siempre limpio. Esta correcta higiene también te ayudará a prevenir la aparición de estos parásitos.

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