Puede parecer que los peces permanecen impasibles ante lo que ocurre a su alrededor, pero en realidad son animales sensibles que presentan una gran variedad de estados de ánimo. De hecho, los expertos afirman que pueden deprimirse si no cuentan con las atenciones adecuadas.

Las causas
Por increíble que parezca, los motivos que llevan a los peces a deprimirse son muy similares a los de los seres humanos. Entre ellos podemos nombrar:

1. La falta de actividad. Los peces necesitan juegos y ejercicio para sentirse felices. Por ello se recomienda incluir pequeños obstáculos en su acuario.

2. Higiene insuficiente. Nadar entre agua sucia no sólo conlleva la aparición de enfermedades físicas en estos animales. También favorece los trastornos psicológicos.

3. Alimentación deficiente. Estos pequeños acuáticos necesitan una alimentación rica en vitaminas y nutrientes para tener vitalidad.

4. Falta de luz solar. Lo ideal es ubicar el acuario cerca de una ventana para que los peces reciban luz solar. Es imprescindible para su salud física y emocional.

Principales síntomas
A pesar de lo que muchos creen, no es difícil detectar las emociones de los peces. Sólo tienes que permanecer atento a las señales. En este caso, los síntomas más comunes de depresión en estos animales son:

1. Inapetencia. Al igual que ocurre con los seres humanos, la pérdida del apetito es un signo común de depresión.

2. Apatía. Cuando un pez se siente deprimido, tiene poca energía y por eso nada lentamente y en movimientos circulares en el fondo del acuario.

3. Autolesiones y peleas. A veces la depresión da lugar a comportamientos agresivos en los peces, ya sea contra sus compañeros de acuario o contra sí mismos. Si adviertes arañazos y heridas en tus peces, puede que este sea el problema.

4. Manchas. Las manchitas blancas en la piel de los peces pueden tener su origen en la falta de vitaminas, algunas enfermedades o problemas psicológicos como la depresión o la ansiedad.

Cómo prevenir la depresión
Puedes evitar este problema proporcionando a tus peces un acuario amplio, luz solar frecuente, alimentos de alta calidad, agua limpia y todos aquellos complementos que imiten su entorno natural. Además, es necesario consultar con un profesional todas las dudas que tengas sobre su salud.

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