Los conejos son animales muy activos e inquietos, hasta el punto en que parecen no dormir nunca. Pero esto es sólo una impresión ya que, evidentemente, estos pequeños necesitan descansar al igual que cualquier otra mascota. No obstante, tienen unos hábitos de sueño un poco peculiares.

Siempre alerta
En un ambiente salvaje, los conejos son presas fáciles de depredadores como aves rapaces, serpientes e incluso seres humanos. Por ello, su organismo está preparado para mantenerse siempre alerta.

Aunque vivan en un entorno doméstico, los conejos conservan este instinto de supervivencia. De ahí que no pierdan detalle de cualquier cosa que ocurra a su alrededor, incluso estando dormidos. Y es que estos orejones pueden dormir… ¡con los ojos abiertos!

No es de extrañar, por tanto, que muchas veces creamos que están despiertos cuando en realidad están dormidos.

Animales crepusculares
Si tienes uno de estos orejones en casa, habrás notado que es bastante activo por la noche. Los conejos son animales crepusculares, es decir, son más dinámicos a primera hora de la mañana y a última hora de la noche.

En la naturaleza, estos son los momentos de mayor peligro, en los que deben mantenerse más alerta. Por el contrario, aprovechan el mediodía y la medianoche para dormir, ya que son los períodos en los que sus depredadores se retiran a descansar.

Posturas variadas
Estos pequeños adoptan posturas de lo más variadas para dormir, que a su vez nos dan información sobre su estado de ánimo. Por ejemplo, cuando un conejo se tumba de lado y se estira, se encuentra relajado y en plena confianza.

Por el contrario, si duerme con la cabeza levantada y las patas traseras encogidas, está dispuesto a salir corriendo ante cualquier amenaza. Y cuando se hace ‘una bolita’, está protegiéndose contra el frío.

Mención aparte merecen los ojos. Cerrarlos completamente es una muestra de gran confianza y relajación. Si además se tumba a nuestro lado, nos está diciendo que se encuentra muy a gusto con nosotros.

¿Cuántas horas duermen?
Como decíamos, los conejos reparten sus horas de sueño a lo largo del día. En total duermen entre seis y ocho horas diarias, aunque esto puede variar dependiendo del carácter y la edad del conejo. Algunos llegan a las 10 horas de sueño.

En cualquier caso, a estos pequeños no puede faltarles un sitio cómodo y cálido para descansar. Asimismo, ante cualquier síntoma de insomnio o somnolencia, debemos acudir al veterinario.

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