Si cuando vuelves a casa te encuentras que tu cachorro ha mordido los muebles, roto algo o incluso arañado las paredes, debes saber que es un comportamiento habitual a su edad. ¿Motivo? El pequeño ejercita su sentido del tacto a través de su boca y mordisquearlo todo es común. Además, cuando están con la muda de los dientes también están molestos y la única manera de reducir el malestar es mordiendo todo lo que encuentran a su alrededor. ¿Y cómo lo corrijo?

Tranquilidad, hay solución: debes dejar claro a tu cachorro desde que llega a casa lo que puede y lo que no puede morder. Para ello basta con regañarle cuando tenga esta conducta con un mensaje enérgico de “no” o un “sshh” y, a continuación, cambiar aquello que está mordiendo por un juguete.

Existen juguetes específicos para que el cachorro los muerda y que calmen el dolor que le causa la muda de los dientes. En los peores casos también existe un ‘kit antimordeduras’ que resulta ideal para cachorros muy destrozones que consiste en un spray con efecto amargante. Después de rociar el spray en los objetos que quieras proteger, cada vez que el cachorro vuelva a morderlos percibirá un sabor desagradable.

Pautas para educar a un cachorro
Tu cachorro debe conocer los límites que le pongas, que además deben ser claros y coherentes. Y conviene que tan pronto llegue a casa inicies con él su adiestramiento para que obedezca cuanto antes.

Siempre debes recordar que el adiestramiento debe ser divertido para que tu mascota no se distraiga. También tienes que ser constante y, sobre todo, paciente, puesto que el cachorro tardará algún tiempo en comprender exactamente lo que esperas que haga.

Practica las repeticiones de órdenes en un entorno tranquilo y siempre debes utilizar el refuerzo positivo. Es muy importante este punto porque una recompensa por su buen comportamiento ayudará a fomentar fuertes lazos de respeto. Nunca es aconsejable emplear el castigo físico.

Toda la familia
La forma más eficaz de lograr el objetivo es realizar sesiones breves y frecuentes a lo largo del día. Estas rutinas sistemáticas serán la clave para conseguir que tu cachorro obedezca. Y todos los miembros de la familia deben utilizar las mismas señales para que el cachorro coja seguridad y no le confundamos. Por ejemplo, si al cachorro se le prohíbe morder los zapatos, la orden debe ser siempre la misma y todos los miembros de la familia deben actuar en esa línea.

A partir de los 3 o 4 meses de edad el cachorro empezará a atender por su nombre. Es en este momento cuando puedes iniciar un adiestramiento básico con ejercicios sencillos para que aprenda instrucciones como ‘ven’, ‘sentado’, ‘quieto’ o ‘tumbado’. En próximos posts te explicaremos también cómo lograr estos objetivos.

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