La rabia es una de las enfermedades infecciosas más conocidas y temidas por todos. El paso del tiempo ha dado lugar a numerosos estudios e información sobre ella, lo que a su vez ha derivado en la aparición de falsas creencias. Te contamos la realidad sobre la rabia canina.

Qué es la rabia canina
La rabia es una enfermedad causada por un virus de la familia ‘Rhabdoviridae’ que afecta fuertemente al sistema nervioso central. Entre sus síntomas encontramos agresividad, fiebre, vómitos, salvación excesiva, convulsiones y parálisis.

Se contagia a través de la saliva de un animal infectado, siendo el perro uno de los principales portadores. El gato, el murciélago, el mapache y el zorro también son considerados transmisores comunes.

Mitos sobre la rabia
Como decíamos anteriormente, a lo largo de las décadas ha surgido una buena cantidad de información falsa sobre esta enfermedad. Resumimos algunos de los mitos más populares:

1. La vacuna es 100% efectiva. La vacuna antirrábica tiene una alta efectividad, pero no ofrece una garantía completa. Aun así, proporciona un buen nivel de protección.

2. En España no existe la rabia. Lo cierto es que la rabia también está presente en nuestro país, aunque gracias a las campañas de concienciación y a la obligatoriedad de la vacuna sólo se dan casos aislados.

3. No es obligatoria. La vacuna contra la rabia es obligatoria en la mayoría de las Comunidades Autónomas, exceptuando País Vasco, Asturias, Galicia y Cataluña. Por otro lado, algunos perros sufren fuertes reacciones alérgicas a la misma. En estos casos, la clínica veterinaria debe solicitar la exención legal de esta vacuna.

La realidad sobre la rabia
En cuanto a la información veraz que circula en los medios de comunicación sobre la rabia, podemos nombrar:

1. Afecta a las personas. La rabia es una de esas enfermedades conocidas como zoonosis, es decir, que puede ser transmitida de animales a seres humanos.

2. Se transmite por las mordeduras. Hay quien cree que basta con el simple contacto con un animal infectado para contagiarse de la rabia, pero es necesario algo más. Generalmente se transmite mediante mordeduras, aunque los lametazos sobre heridas y los arañazos también son peligrosos.

3. Es mortal. Esta enfermedad afecta gravemente al sistema nervioso, causando importantes alteraciones neurológicas que desembocan en la muerte. Es mortal casi en la totalidad de los casos.

La prevención es la clave
A día de hoy la rabia canina no tiene cura. Nuestra mejor arma contra ella es la prevención. Para ello, es imprescindible administrar la vacuna antirrábica una vez al año.

También hay que evitar el contacto con animales desconocidos y acudir inmediatamente a una clínica veterinaria a la más mínima sospecha de que nuestra mascota pueda haber sido contagiada.

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