emocion
  • CUIDADOS

    Protege a tu gato esfinge del frío

    7 enero, 2020

    Por muy extraño que pueda parecerte, los gatos sin pelo existen. El gato esfinge o sphynx es un buen ejemplo de ello, pues esta raza se caracteriza por su total ausencia de pelaje. Esta particularidad le aporta un aspecto único y le hace más vulnerable a las distintas condiciones climatológicas. En concreto, te contamos cómo cuidar a este minino durante los meses de invierno.

    ¿Por qué no tiene pelo?
    Para responder a esta cuestión tenemos que remontarnos al origen de la raza. A decir verdad, no se conoce a ciencia cierta, pero se cree que puede provenir de los llamados ‘gatos sin pelo mexicanos’, cuya existencia conocemos gracias a documentos datados de principios del siglo XIX. Sin embargo, su conexión con el gato esfinge actual es dudosa.

    En realidad, su nacimiento se sitúa en Canadá en 1966, cuando surgió un gato sin pelo fruto de una mutación genética espontánea de tipo recesivo. A partir de este ejemplar una serie de criadores comenzaron a experimentar con diversos cruces, aunque la raza no fue reconocida oficialmente hasta 1971.

    Superpoderes
    El sphynx comparte la mayoría de cuidados requeridos con los demás mininos, pero al no tener pelo, ha desarrollado algunos superpoderes. Para empezar, este gato compensa su falta de pelaje con su acelerado metabolismo, que le ayuda a regular su temperatura. Para hacer esto posible, necesita comer más cantidad y un mayor porcentaje de proteínas y grasas que otras razas.

    Además, segrega una especie de sudor, una sustancia oleaginosa que le permite mantener la piel hidratada. Esto, unido a los pliegues de su piel, hace que el sphynx requiera baños frecuentes de aproximadamente una vez al mes.

    Protección contra el frío
    El pelaje sirve como protección al resto de mininos, pero el gato esfinge no cuenta con esta ventaja. Es muy sensible frente al frío y por ello necesita algunos cuidados extras durante el invierno. Por ejemplo, debe contar con un lugar cálido para dormir, con sus propias mantas y lejos de corrientes de aire. Durante los días más fríos se puede recurrir a una bolsa de agua caliente.

    Asimismo, la casa ha de mantenerse cálida. Una buena idea es instalar una hamaca para gatos en el radiador, a la venta en prácticamente todas las tiendas de mascotas.

    Si a pesar de todas estas medidas el animal tiene frío, puede recurrirse a ropa de abrigo. El mercado nos ofrece jerséis, abrigos, sudaderas, etc. Lo importante es encontrar el modelo con el que el pequeño se sienta cómodo.

    Cuidado con el sol
    No obstante, es importante que no le dé demasiado la luz solar, ya que su piel también es muy sensible al calor, hasta el punto en que a veces necesita una crema protectora.

    Lo ideal para esta raza es que la temperatura ambiente ronde los 20 grados y que pueda refugiarse tanto del frío como del calor cuando lo considere necesario. Además, debemos cuidar especialmente su piel, oídos y ojos, pues al estar tan expuestos al exterior pueden sufrir determinados daños.

    También te puede interesar…

  • Uso de cookies

    Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar el servicio y mostrarte publicidad personalizada basada en tu navegación. Si continuas navegando, aceptarás su uso. Más info o cambio de configuración aquí.

    ACEPTAR
    Aviso de cookies