Una de las enfermedades más comunes que pueden adueñarse de nuestro acuario es la conocida como ‘punto blanco’. De tipo parasitario, se caracteriza por la presencia de unos pequeños puntos blancos en la piel de los peces y necesita tratamiento veterinario inmediato. Te explicamos cómo prevenir y tratar este problema.

Enfermedad del punto blanco: definición
También conocida como enfermedad de Ich, es producida por un parásito llamado Ichthyophthirius multifilis, que vive exclusivamente en el agua dulce. Este parásito se adhiere a la piel de los peces, dando lugar a la aparición de unos pequeños puntos blancos muy característicos.

Este protozoario es altamente contagioso, por lo que hay que aislar rápidamente al pez afectado y observar atentamente a los demás. Los síntomas más comunes que pueden manifestar, además de los lunares blancos, son dificultades respiratorias, nerviosismo, inapetencia y picor. Si no se trata a tiempo, conduce a la muerte.

Causas comunes
Existen algunos factores que debilitan las defensas de los peces y, como consecuencia, propician que este parásito ataque. Entre las causas más frecuentes encontramos:

1. Mala alimentación.
2. Sobrepoblación en el acuario.
3. Falta de higiene.
4. Exceso de nitritos.
5. Estrés.
6. Presencia de objetos contaminados en el acuario.
7. Agua de calidad deficiente.

¿Tiene cura?
Afortunadamente esta enfermedad tiene cura, pero hay que actuar rápido. Debemos empezar por aumentar la temperatura del acuario a unos 27ºC, con lo que lograremos acelerar el ciclo vital del parásito y hacer que el medicamento sea más efectivo.

Respecto a este medicamento, debe contener malaquita y formalina, dos sustancias imprescindibles para matar a este parásito. Hay que verter unas gotas de esta solución durante aproximadamente siete días y siguiendo siempre las instrucciones del fabricante y del especialista, ya que de lo contrario, podríamos intoxicar a los pequeños.

Cómo prevenirla
La mejor forma de evitar la enfermedad del punto blanco en nuestros peces es ofrecerles una comida de alta calidad, extremar la higiene del acuario y controlar el pH del agua en base a las necesidades de cada especie. Hay que tener especial cuidado con los cambios de temperatura y a la hora de introducir nuevos elementos y peces en el acuario.

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