En alguna ocasión seguro que has visto a tu perro temblar de frío o de miedo. Aunque no es algo que deba preocuparnos en exceso, no debemos pasar por alto esta conducta, porque las causas que producen los temblores sí que pueden ser graves.

Causas físicas

Frío. Es la causa más común. Las bajas temperaturas no solo provocan temblores en los seres humanos. Nuestros peludos también las sufren, por eso conviene abrigarles con ropa para perros en los meses de invierno. ¡Lo agradecerán!

Medicación. Los temblores también pueden aparecer como efecto secundario de algún medicamento. De ser así, debemos suspender el tratamiento y acudir lo antes posible al veterinario.

Envenenamiento. Si nuestro perro ha ingerido alguna sustancia tóxica, uno de los síntomas es esta reacción. Como en el caso anterior, hay que visitar al veterinario de inmediato.

Moquillo. Esta enfermedad provoca temblores y movimientos involuntarios, además de diarrea, mucosidad, etc. Se puede prevenir mediante una vacuna, pero si creemos que nuestro perro la padece, no debemos dudar en llevarlo al veterinario.

Hipoglucemia. Más frecuente en razas pequeñas, la hipoglucemia produce temblores y fiebre, por lo que puede ser fácilmente reconocible.

Causas psicológicas

Excitación y/o nerviosismo. Cuando nuestro perro está muy excitado por algo, puede temblar para aliviar la tensión. Esto puede ocurrir cuando cogemos la correa para sacarle a la calle, cuando llegamos a casa, etc. No debemos darle mayor importancia, aunque si es algo muy recurrente quizá sea buena idea consultar a un etólogo canino.

Estrés y/o miedo. Lo mismo ocurre cuando se producen situaciones de miedo o estrés. Por ejemplo, cuando le llevamos al veterinario, cuando hay tormenta o fuegos artificiales, etc.

En estos casos es fundamental que no tratemos de calmarle o cogerle en brazos, puesto que le estaremos transmitiendo que efectivamente, hay algo que da mucho miedo y por eso le consolamos. Es mejor dejarle a su aire en un lugar en el que se encuentre cómodo y refugiado.

Si nosotros no le damos mayor importancia, él tampoco se la dará. Recuerda que somos el espejo en el que nuestro perro se mira.

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