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  • SALUD

    Por qué mi perro come hierba

    14 diciembre, 2016

    Seguro que alguna vez has visto a tu perro comer con mucho gusto las hierbas que crecen en el parque o en el jardín de tu casa. Tranquilo, es algo muy común pero, ¿por qué lo hacen? ¿Puede ser perjudicial para su salud?

    Malestar estomacal
    Uno de los motivos principales de que los perros coman hierba es el malestar estomacal. Si han ingerido algo extraño o les duele la barriga recurren a la hierba para purgarse, es decir, para provocarse el vómito. Es un mecanismo natural para solucionar problemas de estómago.

    Suplemento vitamínico
    Otra de las razones por las que los canes necesitan comer hierba es porque sufran una carencia de vitaminas en su dieta. Algunas hierbas, como el césped, son ricas en vitaminas A, B y C y por lo tanto, apetecibles para ellos. Por eso, conviene darle de vez en cuando alguna verdura que no sea perjudicial, como los pepinos y los pimientos, muy ricos en vitaminas.

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    Señal de hambre
    Los canes también pueden comer hierba porque en ese momento estén hambrientos, puesto que la fibra que contiene le otorga un efecto saciante. Además, los veterinarios creen que a los perros les encanta el sabor de las plantas, por eso las ven tan apetecibles.

    Cuestión genética
    Los expertos aseguran que este comportamiento en los perros tiene una causa genética. Los lobos salvajes también comen hierba y, por lo tanto, los canes han heredado este hábito de sus antepasados.

    ¿Es un hábito perjudicial?
    No existe ninguna evidencia que demuestre que comer hierba es malo para su salud. Es más, el hecho de que sea algo instintivo para ellos, hace que pueda ser un hábito saludable en algunas ocasiones, porque son ellos los que mejor conocen su cuerpo y sus necesidades en cada momento.

    A tener en cuenta
    A pesar de los efectos positivos de este hábito, debemos controlar que nuestro perro no ingiera plantas tóxicas, como la planta del tomate, o hierbas que puedan contener pesticidas.

    Además, si notamos que este comportamiento se vuelve compulsivo, debemos acudir al veterinario para detectar posibles problemas alimenticios o psicológicos.

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