Todos sabemos que el perro es el mejor amigo del hombre, pero lo que no conocíamos es que ahora también puede ser… ¿su mejor enfermero? Te presentamos a Lupa y a Moka, la patrulla canina contra la diabetes.

Ana y Eva son dos niñas madrileñas de 11 y 13 años que padecen diabetes de tipo 1 desde los cinco años. Hasta ahora vivían con el miedo constante de poder sufrir un cambio brusco del nivel de glucosa en cualquier momento, pero desde hace un tiempo pueden llevar una vida completamente normal y sin preocupaciones.

Patrulla canina al rescate
Lupa y Moka son dos perritas de raza juck russell, una de las más inteligentes que existen, que están entrenadas para avisar a Ana y a Eva si su nivel de glucosa cambia. Son capaces de detectarlo incluso antes del dispositivo que alerta del cambio. Si las perras notan alguna anomalía, ladran, las miran a los ojos y las tocan con el hocico.

En ese momento las niñas se miden el nivel de glucosa. Si es muy alto, deben pincharse insulina y, si es bajo, ingieren hidratos de carbono. De esta forma, son capaces de actuar antes de que se desencadene un problema de salud mayor.

Las perritas no se separan de ellas las 24 horas del día. No sólo van con ellas de compras o en el tren, sino que acuden al colegio como si de otras alumnas se tratara. Durante las clases, Lupa y Moka se tumban a los pies de las niñas, esperando pacientes a que acabe su jornada escolar.

Tanto Ana como Eva explican que desde que las perras llegaron a sus vidas se sienten mucho más seguras. En el siguiente video puedes conocer en detalle la importancia de estas perritas en la vida de las niñas:

El entrenamiento
Perritas como Lupa y Moka han sido entrenadas en el centro Canem, una entidad especializada en perros de asistencia. En una primera fase se les entrena para que identifiquen el olor y, posteriormente, se trabaja en casa con los niños. Los expertos aseguran que lo más difícil es conseguir que los animales vigilen también por la noche. La idea es lograr que los perros puedan quedarse en una especie de duermevela que les mantenga pendientes durante el sueño de las niñas. En este punto se encuentran Lupa y Moka, puesto que aún están aprendiendo a mantenerse alerta también durante la noche.

La importancia de los perros de asistencia
La labor de los perros de asistencia en nuestro país es cada vez más habitual. Ana y Eva no son las únicas que se benefician de sus habilidades. Hay muchos otros nombres propios: Aitana y Maia, David y Tiza, Melani y Milka…

Sin duda, es un paso más en la lucha contra esta enfermedad, pero también son esenciales en enfermedades como la epilepsia, donde los perros de asistencia son un seguro de vida para estos pacientes.

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