Cualquier animal puede sufrir el ataque de parásitos, internos o externos. En el caso de los conejos, ya sean de campo o mascotas de ciudad, son propensos a sufrir infecciones provocadas por determinados parásitos. Te contamos cuáles son los más comunes y cómo puedes evitarlos.

Parásitos internos
Estos parásitos que pueden afectar a nuestro conejo pueden ser internos o externos. Los internos afectan a sus órganos, en la mayoría de los casos al intestino. Los más comunes dentro de esta categoría son:

1. Coccidiosis. Es la enfermedad intestinal más frecuente causada por un parásito, en concreto, uno del grupo de los coccidios. Puede ser de dos tipos, hepática o intestinal, y se contagia por el contacto directo con otros conejos enfermos, o bien con sus heces, juguetes, comedero… En definitiva, con material ya contaminado.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de coccidiosis, pero en términos generales se manifiesta en forma de diarreas, apatía, inapetencia y deshidratación. Para acabar con esta infección parasitaria son necesarios los antibióticos.

2. Trichostrongylidae. Es un parásito estomacal que se adhiere al organismo del conejo y se aloja en su estómago hasta alcanzar la madurez. Sus síntomas más visibles son el aumento o la pérdida de peso.

3. Nematodo o lombriz intestinal. Es una especie de lombriz que afecta al aparato digestivo, al que llega por vía oral. Al igual que el anterior, sus síntomas no son muy evidentes, pero puede provocar subidas y bajadas de peso repentinas.

Parásitos externos
Los parásitos externos, por su parte, se alojan en la dermis del animal o en su oído externo. Algunos de los más habituales son:

1. Garrapatas. En un medio rural, es fácil que los conejos sufran el ataque de las garrapatas. Estos parásitos se adhieren a su piel y transmiten graves enfermedades, por lo que es muy importante proteger a los animales de estos insectos.

2. Mosca Cuterebra. Esta mosca habita en medios naturales, normalmente entre árboles y plantas. Su larva puede introducirse bajo la piel de los animales, creando un bulto visible que en ningún caso debemos tocar. Sólo un veterinario puede intervenir sin poner en riesgo la vida del conejo.

3. Pulgas. Son muy comunes. Se adhieren al pelo y la piel de los conejos, entre otros muchos animales, produciendo picor e irritaciones.

Cómo prevenir los parásitos
No es difícil evitar que tu conejo sea atacado por estos parásitos. Basta con mantener una higiene adecuada, limpiando frecuentemente su entorno y eliminando la suciedad de su bandeja sanitaria cada día.

La dieta también es esencial para ahuyentar a los parásitos. Una alimentación completa y rica en nutrientes le ayudará a fortalecer su organismo, de forma que sea menos vulnerable al ataque de estos insectos. Las revisiones veterinarias y sus desparasitaciones también son fundamentales.

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