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  • CIENCIA

    ¿Por qué nos gustan los animales?

    17 abril, 2018

    No podemos negarlo. Algunos animales son capaces de derretir nuestro corazón con una sola mirada. Pero, ¿por qué despiertan sentimientos tan fuertes sobre nosotros? Son muchas las hipótesis que existen para dar respuesta a esta pregunta.

    Amor innato
    Hay teorías que afirman que nacemos con este amor por los animales. Así lo cree la psicóloga Vanessa LoBlue de la Universidad de Rutgers, que en 2015 realizó un estudio que concluía que los niños de hasta tres años prefieren pasar más tiempo con animales que con sus juguetes.

    En el mismo año veía la luz un estudio realizado por un equipo del Instituto de Ciencias del Cerebro de Seattle. Estos científicos descubrieron que algunas neuronas localizadas en la amígdala, región del cerebro relacionada con las emociones, se estimulaban al observar imágenes de animales.

    Instinto paternal
    El psicólogo japonés Hiroshi Nittono, de la Universidad de Hiroshima, también ha querido indagar en este tema. Su explicación es que los seres humanos estamos predispuestos genéticamente para cuidar de nuestros bebés. A su vez, las mascotas despiertan este sentimiento en nosotros, ya que requieren nuestras atenciones de una manera similar a nuestros ‘cachorros humanos’.

    Una cuestión evolutiva
    El ser humano ha convivido con los animales desde hace miles de años, algo que ya forma parte de nuestra condición natural. Según James Serpell, experto en etología y profesor de la Universidad de Pennsylvania, esta evolución ha dotado al ser humano de una fuerte atracción hacia otras especies.

    Factor cultural
    El ambiente cultural es un factor determinante. Como prueba de ello, no hay más que observar la forma en la que se trata a determinados animales en distintos países. De sobra es conocido que en India las vacas son sagradas, mientras que en España su carne se consume regularmente.

    De igual manera, el trato que damos a los animales es fruto de la educación que hayamos recibido de niños. Nuestro entorno social también influye. De hecho, no son pocas las ocasiones en las que una mascota concreta se pone ‘de moda’ dentro de determinados círculos sociales o culturales.

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