Probablemente hayas escuchado que los perros sudan a través de la lengua. ¿Quieres saber si es cierto? Te lo contamos.

Las almohadillas
Los perros apenas tienen glándulas sudoríparas. Una pequeña cantidad de ellas se concentra en las almohadillas de sus patas, donde producen el sudor. Por eso a veces habrás notado que tu perro deja un leve rastro mojado por donde pisa.

La cabeza y las orejas
Cuando su organismo detecta un aumento de la temperatura, envía una orden al cerebro para dilatar las venas faciales, de la cabeza y de las orejas. Con ello, disminuye el calor en estas zonas.

La clave es el jadeo
Los perros expulsan el calor sobre todo a través de su boca. ¿Cómo lo hacen? Mediante el jadeo.

Cuando su cuerpo detecta un exceso de calor, bombea la sangre caliente hacia la lengua, cuyas glándulas salivales evaporan la humedad. Así, reduce la temperatura de todo su organismo.

Todo ello da lugar a esa respiración continuada y profunda que conocemos como jadeo. Por tanto, no es que la lengua en sí sude, pero su función es clave para la correcta refrigeración del animal.

Excepciones y curiosidades
Las razas sin pelo sí tienen glándulas sudoríparas en la piel, por lo que para ellas este mecanismo es más simple. Además, los perros grandes refrigeran peor que los pequeños, ya que su tamaño les hace producir más calor del que son capaces de expulsar.

Desde luego, estos peludos de cuatro patas no dejan de sorprendernos.

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