Aunque las temperaturas aún no han alcanzado el alto nivel de los meses de verano, a pocos días de la llegada de la primavera conviene ir tomando ciertas medidas respecto al cuidado de nuestras mascotas. En el caso del hámster, es especialmente susceptible a las altas temperaturas, por lo que conviene saber cómo actuar frente a un golpe de calor y cómo prevenirlo. Te lo explicamos.

¿Cuál es su temperatura ideal?
La temperatura corporal del hámster oscila entre los 30 y los 38ºC aproximadamente, mientras que los 20ºC es la ideal para su entorno. Los 22ºC ya pueden suponer un peligro.

Y es que al no tener glándulas sudoríparas y al poseer un pelaje tan abundante, este roedor no puede eliminar el exceso de calor. Esto puede provocarle graves daños en sus órganos e incluso causarle la muerte.

Cómo actuar ante un golpe de calor
Para actuar ante un golpe de calor, hay que saber reconocerlo. La respiración acelerada, la apatía, los temblores, los lametazos constantes y la descoordinación son síntomas clásicos de este problema en el hámster.

Frente a estas señales, debemos seguir las siguientes pautas:

1. Colocar al animal en un lugar fresco y pulverizarlo con agua. Es muy importante que el agua no esté demasiado fría, ya que el contraste de temperaturas puede dar lugar a convulsiones.

2. Mojar sus patas con agua. De igual forma, no debe estar muy fría.

3. Envolverle en una toalla húmeda.

4. Animarle a beber. Podemos intentarlo con una jeringuilla, introduciendo poco a poco el agua en su boca con mucho cuidado.

5. Llevarle al veterinario. Tras estos primeros auxilios, el pequeño debería haberse recuperado a los pocos minutos. Tanto si es así como si no, tiene que ser examinado cuanto antes por un veterinario.

Medidas de prevención
Existen algunas medidas que podemos tomar para evitar los golpes de calor:

1. Agua fresca siempre a su disposición. Es la única forma de que se mantenga correctamente hidratado.

2. La temperatura de la jaula. Es muy importante que la jaula esté situada en una zona fresca, lejos del sol intenso y con buena ventilación. Siempre dentro de casa. Además, ha de ser amplia y fabricada con materiales de alta calidad.

3. Fruta y verdura. Es importante darle alimentos que le ayuden a mantenerse hidratado, como la sandía, la manzana, el pepino o la zanahoria. Pero hay que tener cuidado, pues en exceso provocan trastornos digestivos. Con una vez a la semana bastará.

4. Paseos por casa. El hámster debe poder caminar por la casa al menos un rato cada día, siempre bajo supervisión y en zonas libres de peligros. De esa forma le será más fácil adaptarse a los cambios de temperatura.

5. Una botella de agua congelada. Una buena idea es situar una botella de agua congelada en uno de los lados exteriores de la jaula, de manera que irradie frescor hacia el interior. Pero sólo hay que recurrir a este truco en los días de máximo calor.

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