Si piensas que el acné es sólo cosa de humanos, estás muy equivocado. Los gatos también pueden sufrir estos molestos granitos. Es un problema común en estos animales y puede tener su origen en diversas causas. Te lo explicamos todo.

¿Qué es el acné felino?
El acné felino es una infección de los folículos capilares que provoca la aparición de espinillas y granos. Éstos se concentran sobre todo en la zona de la barbilla, aunque pueden extenderse por todo el cuerpo.

En principio son pequeños puntos negros abultados, pero si no se tratan a tiempo, pueden dar lugar a gruesos forúnculos que segregan un líquido acuoso. Es entonces cuando realmente se desarrolla el acné felino.

Causas principales
Este problema puede tener su origen en varias causas:

1. Falta de higiene. Aunque los gatos son muy pulcros con su propia higiene, a veces no pueden asearse adecuadamente. Así, los poros sucios acaban infectándose y dando lugar al acné.

2. Estrés. Puede que te sorprenda saberlo pero, al igual que ocurre con nosotros, el estrés afecta a la piel de estos animales y se manifiesta en forma de granos y espinillas.

3. Queratinización de la piel. En este caso, la infección de las glándulas sebáceas se debe al ataque de una o varias bacterias.

Diagnóstico y tratamiento
Ante cualquier señal de este tipo, debes acudir al veterinario. Una vez confirmado el acné como diagnóstico, el especialista impondrá un tratamiento que dependerá del origen del problema y del estado de la enfermedad.

Si la infección aún es leve, bastará con una crema específica y algunos cuidados en casa. Pero si los forúnculos están muy desarrollados, habrá que administrar antibióticos y/o corticoides.

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