Los gatos pasan la mayor parte del día acicalándose con sus lametazos. Es un método muy eficaz pero tiene un inconveniente, y es que los pelos que quedan adheridos en su lengua acaban alojándose en su estómago y poniendo en riesgo su salud. La malta nos ayudará a evitarlo.

Qué es la malta
La malta es una pasta de origen natural, compuesta por grasas y aceites vegetales, fibra, derivados lácteos, levadura y extracto de malta, aunque estos ingredientes pueden variar según la marca.

Su textura y color son similares a los de la miel, y se vende tanto en forma de tubo como de golosinas para gatos. El más recomendable es el primero, ya que con él nos será más fácil controlar la cantidad que le ofrecemos a nuestra mascota.

Disuelve las bolas de pelo
El funcionamiento de la malta es muy sencillo. Su simple consumo favorece la disolución de las bolas de pelo que puedan haber quedado acumuladas en el estómago del animal.

Tiene un efecto laxante que facilita la digestión y mejora el tránsito intestinal, ayudando al gato a expulsar los elementos sobrantes de su intestino. Pero para que esto sea realmente eficaz, hemos de darle la dosis adecuada.

Cómo y cuándo dársela a tu gato
Muchos mininos adoran la malta y basta con dejar que la laman directamente del tubo o de nuestro dedo, pero otros muchos no la soportan. Un buen truco en este último caso es mezclarla con su comida. Si aún así el minino la evita, podemos colocar un poco en una de sus patas, ya que inmediatamente la lamerá para limpiarse.

En cuanto a la dosis, lo adecuado es una bolita de malta del tamaño de una almendra. Hay que tener cuidado, pues en exceso, puede ser perjudicial. Respecto a la frecuencia, lo correcto es dársela dos veces por semana si el gato es de pelo corto, y cuatro si es de pelo largo. En todo caso, hemos de consultarlo con el veterinario.

Otras precauciones
Además de la malta, podemos tomar otras medidas para prevenir la formación de bolas de pelo en el estómago de nuestro pequeño. Por ejemplo, es importante cepillarlo todos los días. Así eliminaremos gran parte del pelo muerto que, de lo contrario, el minino podría acabar ingiriendo.

Otra buena idea es darle hierba para gatos, a la venta en clínicas veterinarias y tiendas especializadas. Esta hierba les ayuda a digerir mejor y a purgarse, de manera que expulsan las bolas de pelo de su organismo.

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