Entre los problemas de salud que compartimos los seres humanos con los perros encontramos la gastroenteritis. Se trata de un trastorno digestivo caracterizado por el dolor abdominal, las diarreas y los vómitos, y puede tener lugar por varios factores. Hablamos de sus síntomas principales, el tratamiento que requiere y los métodos de prevención.

¿Qué es la gastroenteritis?
Puede definirse como la inflamación de la membrana interna del tracto intestinal, lo que afecta principalmente a la mucosa gástrica e intestinal. Es bastante frecuente, ya que puede estar motivada por varias causas, como la ingesta de sustancias dañinas, comida en mal estado, el estrés prolongado, algunos fármacos, o bien ser de tipo vírico.

Respecto a los síntomas, los más comunes son los vómitos y las diarreas, que a su vez pueden llevar a la deshidratación. Además del dolor abdominal, la debilidad, la inapetencia, y, a veces, la fiebre.

Mención aparte merece la gastroenteritis hemorrágica, que se identifica por la presencia de sangre en las heces y que requiere la intervención inmediata de un veterinario.

Qué hacer
Si bien los perros pueden vomitar de forma ocasional sin que esto suponga ningún problema, dos o tres veces seguidas deben ser suficientes para que decidamos llevar a nuestro pequeño al veterinario. Especialmente si el animal es cachorro o anciano, pues entonces las consecuencias podrían ser mayores.

Por lo general, el especialista establecerá las siguientes pautas:

1. Ayuno de 24 horas. El estómago del perro necesita un descanso para recuperarse, por lo que deberá permanecer 24 horas sin comer. Eso sí, no puede faltarle agua limpia y fresca, pues de lo contrario podría deshidratarse.

2. Dieta blanda. Al igual que ocurre con las personas, tras episodios de vómitos y diarreas el perro debe seguir dieta blanda durante unos días. Esta ha de basarse en arroz, zanahoria y pollo hervidos, pavo bajo en grasa, y alimento húmedo especialmente diseñado para estos casos, a la venta en clínicas veterinarias.

3. Antibióticos. En caso de que la gastroenteritis sea de origen vírico, el veterinario administrará al animal algún antibiótico bien por vía oral o por vía intravenosa. El tratamiento durará de dos a cinco días.

En cualquier caso, jamás debemos medicar al perro por nuestra cuenta, pues un error con la medicación o con la dosis podría resultar mortal.

Prevención
En realidad, la gastroenteritis no es fácil de evitar, pues como hemos visto puede tener su origen en diversas causas. Sin embargo, podemos reducir enormemente las probabilidades de que afecte a nuestro perro ofreciéndole una alimentación rica en vitaminas y nutrientes, así como una buena hidratación.

Es importante también que mantengamos la casa limpia y ordenada para evitar que el peludo coma algo que no debe. Igualmente, es mejor evitar el contacto con animales desconocidos que puedan estar infectados e imprescindible mantener su calendario de vacunación actualizado.

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