Gracias a sus colores y su belleza, la flor de Pascua es el elemento perfecto para adornar los hogares en Navidad. Sin embargo, lo que para nosotros es una simple planta, para nuestras mascotas puede ser un auténtico peligro. En esta ocasión te explicamos por qué es venenosa para los gatos.

¿Por qué es venenosa?
No se dice que esta planta es tóxica sin ninguna razón. La poinsetia o flor de Pascua contiene un líquido lechoso en sus tallos y membranas, que causa ciertas reacciones en el organismo del gato si ingiere parte de la flor. Los perros y los conejos también son vulnerables a los efectos de este vegetal.

Pero, ¿qué síntomas ocasiona en los felinos? ¿Realmente es tan letal como a veces se dice? Lo cierto es que una pequeña cantidad no resulta mortal para los gatos pero sí da lugar a consecuencias de lo más desagradables. Lo más probable es que sufra hipersalivación, dolor abdominal, vómitos y diarreas.

Por otro lado, aunque no sea ingerida, el solo contacto de las hojas puede ocasionar irritaciones cutáneas en el animal. Por ejemplo es muy común la conjuntivitis y secreciones oculares, ya que esta flor irrita fuertemente sus ojos. También puede provocar brotes de dermatitis y eccemas.

Cómo reaccionar
Si bien estas intoxicaciones no llegan a ser letales, sí necesitan atención veterinaria inmediata. Especialmente si el animal ha ingerido una buena cantidad, pues esto puede llevarle a sufrir temblores, cuadros nerviosos e incluso a entrar en coma. De ahí que sea tan importante una actuación precoz.

Dependiendo de los síntomas, el veterinario decidirá administrar un tratamiento u otro. El carbón activo, el suero por vía intravenosa y el corte de los vómitos son algunos de los métodos más usados en estos casos. Si existen problemas oculares, será necesario aplicar un colirio durante varios días.

Otras plantas tóxicas de Navidad
La flor de Pascua no es la única planta con la que debemos tener cuidado durante esta época. Hay otras especies típicas de la Navidad que pueden dañar gravemente la salud de nuestro peludo.

Un ejemplo es el acebo, especialmente sus bayas, que ocasionan vómitos, diarreas y otros trastornos gastrointestinales en el gato. Los síntomas son muy similares a los que ocasiona la flor de Pascua, pues un consumo excesivo puede ocasionar hasta daños cerebrales.

El muérdago también es peligros, ya que sus pequeños frutos blancos son altamente tóxicos. Ante una ingestión, hay que acudir al veterinario cuanto antes.

Si tienes gato, seguro que has podido comprobar que con su agilidad y saltos puede llegar casi a cualquier sitio. Por ello lo mejor es evitar estas plantas en tu hogar o posicionarlas en un rincón completamente inaccesible para él.

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