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  • SALUD

    Inmunodeficiencia felina: definición, síntomas y tratamiento de este virus

    12 septiembre, 2019

    Hoy hablamos de una de las enfermedades más delicadas para nuestros mininos, el VIF o virus de la inmunodeficiencia felina. Este ataca ferozmente a su sistema inmunológico ocasionando síntomas tan diversos como preocupantes. Te explicamos cómo detectar este problema y cuál es su tratamiento.

    ¿Qué es la inmunodeficiencia felina?
    Popularmente se conoce al virus de la inmunodeficiencia felina como el sida felino, pues se trata de un lentivirus similar al que causa el sida humano. Fue detectado por primera vez en 1986 en California y también puede afectar a otros felinos, como leones, tigres y pumas.

    Este virus se contagia principalmente a través de la saliva, por lo que es importante que un gato infectado no comparta bebedero ni comedero con otros. De igual forma, las mordeduras y las transfusiones sanguíneas también suponen una forma de contagio.

    Cualquier gato puede contraer esta enfermedad, pero los más propensos son los machos no castrados y aquellos que tienen contacto frecuente con el exterior y con gatos callejeros. El VIF no puede contagiarse a seres humanos ni a otros animales que no sean felinos.

    Síntomas principales
    La inmunodeficiencia felina es asintomática durante su etapa inicial, pero más tarde da lugar a diferentes afecciones asociadas. Este virus provoca una fuerte bajada de defensas que desemboca en problemas como apatía, conjuntivitis, gingivitis, diarreas, apatía, pérdida de peso, fiebre, dificultades respiratorias, caída de pelo, irritaciones cutáneas e incluso algunos tipos de cáncer.

    No tienen por qué darse todos estos síntomas, mucho menos al mismo tiempo, pero ante cualquiera de estas señales hay que acudir cuanto antes al veterinario.

    Tratamiento veterinario
    A día de hoy no existe cura para este virus, pero pueden paliarse sus síntomas con medicación y algunos cuidados básicos que permiten al gato infectado gozar de una buena calidad de vida. Para empezar, es fundamental fortalecer su sistema inmune mediante la administración de fármacos antimicrobianos, siempre bajo supervisión veterinaria.

    Respecto a los síntomas, el veterinario deberá adaptar la medicación para aliviarlos. Es habitual el uso de antiinflamatorios, así como el de antipiréticos en caso de fiebre. Todo depende de la sintomatología que presente el animal.

    Por otro lado, se recomienda una alimentación rica en calorías y proteínas para ayudar a reforzar su sistema inmune. Es imprescindible también llevar el calendario de desparasitación al día, pues el ataque de parásitos en este caso puede conllevar fatales consecuencias. Sin olvidar las visitas veterinarias, cuya frecuencia debe ser mayor en casos de VIF.

    El principal método de prevención es impedir que nuestro gato tenga contacto con felinos desconocidos, dado que estos podrían estar infectados. Una alimentación equilibrada, la desparasitación regular y la buena higiene en el hogar nos ayudará a evitar este problema.

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