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    Hidropesía o retención de líquidos en el pez: causas, síntomas y tratamiento

    14 noviembre, 2019

    Entre los problemas de salud a los que pueden enfrentarse los peces de acuario encontramos la hidropesía, una enfermedad caracterizada por la retención de líquidos en el cuerpo. Aunque a priori pueda parecer algo sin importancia, lo cierto es que este trastorno entraña un grave peligro para la vida de estos animales.

    ¿Qué es la hidropesía?
    La hidropesía es una de las pocas enfermedades que el ser humano tiene en común con los peces. Se trata de una retención de líquidos inusual en el cuerpo que a su vez da lugar a importantes problemas de funcionamiento del organismo.

    Como consecuencia, su abdomen se inflama notablemente, lo que provoca que las escamas comiencen a separarse de su piel. También puede inflamarse la zona de los ojos, además de otros síntomas como la pérdida del apetito, el enrojecimiento en la zona anal y la palidez de las agallas.

    En los casos más graves, el pez sufre hemorragias internas, sus escamas se separan demasiado y comienza a nada boca abajo. De ser así, la enfermedad ya no puede ser tratada.

    Causas de la hidropesía
    La hidropesía puede tener su origen en varias causas, como la presencia de determinadas bacterias en el agua. Un ejemplo es la Aeromonas sp, de agua dulce, así como la Mycobacterium, que puede vivir tanto en agua dulce como en agua salada.

    Pero, ¿cómo llegan estas bacterias al acuario? Pueden llegar por la mala calidad del agua, la falta de higiene o las infecciones en la piel de los peces. Igualmente, hay especies más propensas a padecer hidropesía, como el pez cebra, el guppy, el betta y el molly, entre otros.

    Tratamiento
    El primer paso que tenemos que dar es aislar en otro acuario al pez o peces enfermos para que no contagie a los demás. Si la enfermedad no está muy avanzada, tendrá cura. Para ello, lo mejor es consultarlo con un veterinario, ya que él sabrá guiarte respecto a los cuidados y medicamentos que debes proporcionar a los pequeños.

    A veces es necesaria la administración de antibióticos e inflamatorios, como prednisona, amoxicilina o metronidazol. También es fundamental hacer cambios de agua diarios, aproximadamente de un 10% del total. Si existe obstrucción intestinal, el pez afectado tendrá que ayunar dos o tres días para recuperar su tránsito intestinal.

    En cualquier caso, en ningún caso debes medicar a los peces por tu cuenta. Es absolutamente imprescindible recurrir a un veterinario cualificado.

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