El estreñimiento es un problema a tener en cuenta para cualquier mascota, pero en el caso del conejo alcanza una gravedad extrema. Puede que te resulte sorprendente, pero lo cierto es que este trastorno hace peligrar seriamente la vida de este pequeño. Te explicamos por qué y qué puedes hacer para evitarlo.

Causas y síntomas del estreñimiento
El conejo puede sufrir estreñimiento por varios motivos, siendo los más frecuentes:

1. Dieta baja en fibra.
2. Estrés (por una mudanza, la llegada de otra mascota al hogar…).
3. Falta de ejercicio.
4. Problemas dentales (el conejo comerá menos, lo que da lugar al estreñimiento.
5. Obesidad.
6. Parásitos.
7. Enfermedades relacionadas con el tracto digestivo.

En cuanto a los síntomas más representativos, podemos nombrar apatía, inapetencia, gases, hinchazón abdominal, salivación excesiva, heces recubiertas por una especie de líquido espeso y blanquecino y, evidentemente, poca evacuación.

¿Por qué hay que actuar rápido?
El conejo necesita comer y evacuar en abundancia cada día, pues de lo contrario su actividad digestiva se ralentiza o paraliza, ocasionando la acumulación de bacterias y gases. Esto puede acabar con la vida del animal en unas horas, por lo que ha de ser atendido cuanto antes por un veterinario.

El profesional examinará al pequeño y, si lo considera necesario, realizará una radiografía. Además, administrará medicamentos para acabar con los gases y el dolor abdominal, así como para acelerar el tránsito intestinal. También puede recetar antibióticos para eliminar las bacterias.

Cómo prevenirlo
No es difícil prevenir el estreñimiento en el conejo. Sólo hay que asegurarse de que su dieta es alta en fibra (debe basarse en heno y verduras), de que tenga el espacio suficiente para hacer ejercicio, cuidar su salud dental y, por supuesto, cumplir con las revisiones veterinarias correspondientes.

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