Aunque la hembra del hámster es la mayor encargada de sacar adelante a sus crías, estas también necesitan ciertos cuidados por nuestra parte. Y el asunto se complica mucho más si las pequeñas son huérfanas. Te enseñamos cómo cuidar a los recién nacidos en ambos casos.

Cuidados previos
Debemos preparar bien todo días antes de la llegada de los ‘bebés’. Para ello, podemos hacer un nido con algodones dentro de la jaula lo suficientemente amplio para que la madre pueda descansar y amamantar cómodamente a sus crías. También tenemos que mantener su entorno limpio y ubicar la jaula en una zona tranquila y cálida.

No tocar a las crías
Nadie mejor que la propia madre para cuidar a sus crías. Por ello, debemos dejar que haga ‘su trabajo’ sin interferir en él. Es más, no hay que tocar a los recién nacidos en ningún caso, ya que podríamos impregnarlos de nuestro olor y provocar que la madre los rechace.

Alimentación especial
Una vez los pequeños cumplen aproximadamente los 12 días, comienzan a estar preparados para alimentarse por sí mismos. Aunque sus incisivos todavía no están totalmente desarrollados, por lo que tenemos que proporcionarles un alimento especialmente diseñado para su edad.

Podrás encontrarlo en cualquier tienda de mascotas, aunque lo mejor es que lo consultes antes con el veterinario. Él sabrá decirte cómo adaptar su dieta según vaya haciéndose adulto.

Si no tienen madre…
Puede que estos pequeños hayan perdido a su madre. En ese caso, será mucho más difícil sacarlos adelante, aunque no imposible. Para empezar, hay que proporcionarles un entorno adecuado. Es decir, una jaula limpia, con una cómoda cama de algodón y una temperatura cálida.

Leche especial
Durante sus primeros 12 días de vida, los hámsters requieren la leche materna para sobrevivir. Si esto no fuera posible, tendríamos que recurrir a otras alternativas, como la leche especialmente diseñada para ellos o, en su defecto, leche de gato. El veterinario sabrá guiarnos en este sentido.

Deberemos ofrecer a los cachorros unas tres gotas de leche cada hora. Una vez cumplan este período, iremos espaciando las tomas (cada dos o tres horas) hasta que cumplan los 20 días de edad.

Cambio de alimentación
Es entonces cuando los recién nacidos pueden dejar de depender de la leche y comenzar a comer alimento sólido. No obstante, conviene que empiecen por las semillas más pequeñas, así como trozos pequeños de fruta y verdura.

Asesoramiento veterinario
Cuidar a unos hámsters recién nacidos es un asunto muy delicado, por lo que no nos cansamos de decir que lo mejor es acudir al veterinario para que nos informe bien sobre todos los pasos a seguir. Eso sí, en principio no debemos llevar a los pequeños a la clínica, ya que sacarlos de casa podría resultar gravemente perjudicial para ellos.

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