Todos conocemos la habilidad de las palomas mensajeras para viajar cientos de kilómetros y llevar mensajes a sus destinatarios. Pero, ¿nunca te has preguntado cómo consiguen orientarse?

Vuelta a casa
La explicación a esta capacidad de orientación de las palomas mensajeras hay que buscarla en su instinto para volver a casa.

Las palomas no viajan indistintamente de un sitio a otro. Cuando una de ellas está adaptada a un palomar y si se aleja del mismo, es capaz de regresar a casa aunque tenga que recorrer centenares de kilómetros. Por lo tanto, lo que en realidad hace es volver a su lugar de origen, independientemente del destino en el que se encuentre.

Métodos para lograrlo
Aunque tengan el objetivo claro de regresar a su hogar, las palomas mensajeras utilizan varios métodos para conseguir orientarse.

En primer lugar, aprovechan la luz solar. Estos animales asocian sus ritmos biológicos con la intensidad y la duración de la luz del lugar donde se crían. Así, una paloma es capaz de dirigir su vuelo en dirección a la que el Sol marca las características de la época del año que la paloma recuerda.

En segundo lugar, se ha demostrado que las palomas perciben el campo magnético terrestre y que este se ubica en el lado derecho de su cerebro, puesto que si se le tapa el ojo derecho se desorientan, algo que no ocurre con el ojo izquierdo.

Ambos métodos son utilizados por las palomas en distancias largas. Sin embargo, cuando se encuentran en las cercanías de su destino, utilizan su memoria topográfica para reconocer ríos, bosques o edificios.

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