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  • NUTRICIÓN

    6 frutas que puede comer tu gato

    11 febrero, 2020

    El metabolismo de los gatos es muy diferente al nuestro y, por tanto, algunos alimentos que son inofensivos para nosotros, a ellos pueden ocasionarles graves problemas de salud. Es el caso de las frutas, mientras algunas intoxican el organismo de los felinos, otras les resultan incluso saludables. Enumeramos seis frutas beneficiosas para tu minino.

    Manzana
    Es la estrella de las frutas, muy recomendable para todo aquel que no sufra intolerancia a la fructosa. Además de ser fácil de digerir, es una importante fuente de vitaminas A, C, B, E y K, lo que ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico. En el caso del gato, hay que ofrecérsela en cantidades pequeñas y nunca las semillas ni el corazón, pues contienen cianuro.

    Arándano
    El poder antioxidante de los arándanos nos ayuda a prevenir el envejecimiento celular y las infecciones de orina. Son ricos en vitamina C y flavonoides, muy beneficiosos y de un sabor agradable para los gatos. Sin embargo, no deben comerlos en grandes cantidades.

    Fresa
    Rica en fibra y vitamina C, la fresa favorece un buen funcionamiento del sistema inmunitario. También tiene propiedades antioxidantes.

    Pera
    La pera es baja en calorías y alta en antioxidantes, vitamina C y E. A excepción de sus semillas, tóxicas para estos animales, aportan grandes beneficios y apenas contienen calorías. Son la golosina perfecta para gatos con sobrepeso.

    Sandía
    Muy hidratante, la sandía es ideal para refrescar a nuestro pequeño durante los meses de calor. Además, a los gatos suele encantarles. Sin embargo, hay que evitar las semillas, pues dañan su organismo.

    Melocotón
    De nuevo nos encontramos con el problema de la semilla, que en el caso del melocotón también resulta tóxica. No obstante, su ‘carne’ es alta en nutrientes y muy sabrosa para estos peludos.

    En su justa medida
    Finalizamos el artículo advirtiendo de que los gatos no pueden comer fruta en exceso. Su alimentación debe basarse en proteínas animales, es decir, carne y pescado. Los alimentos vegetales nunca deben superar el 15% de su dieta total, ya que al tener el tracto intestinal muy corto, no pueden digerirlos bien. Y recuerda consultarlo siempre con el veterinario antes de hacer cualquier modificación en su dieta.

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