Tras unas semanas de vacaciones, la vuelta a la rutina puede resultar bastante complicada. Cambiamos la playa por la oficina, las noches de verano por los madrugones y la luz del sol por la de la pantalla del ordenador. Lo creas o no, a nuestras mascotas también se les hace cuesta arriba. En concreto, los perros pueden sufrir algo parecido a la depresión postvacacional.

Tiempo contigo
Seguro que para ti una de las grandes ventajas de las vacaciones es poder pasar tiempo junto a tu peludo. Y apostaríamos cualquier cosa a que volver a tus obligaciones te resulta más duro por el hecho de separarte de él. Pues a él le ocurre exactamente lo mismo. Después de disfrutar juntos durante unos días, os cuesta alejaros el uno del otro.

De ahí que tu perro también pueda llegar a sufrir una especie de depresión postvacacional, pues las horas al aire libre y las aventuras por lugares desconocidos han llegado a su fin para dar paso a la ya tan conocida rutina del hogar. Esto en muchas ocasiones da lugar a la problemática ansiedad por separación.

Ayúdale a superarlo
La buena noticia es que esta situación suele ser pasajera, aunque conviene ayudar al animal a superarla siguiendo unas sencillas pautas.

1. Ejercicio. Seguramente durante las vacaciones tu perro haya gozado de juegos y mucha actividad al aire libre. Privarle de todo esto puede afectarle muy negativamente, por lo que debes mantener cierta rutina. Aprovecha las horas libres para pasear con él, inventa nuevos juegos y llévalo de excursión los fines de semana.

Así el contraste no será tan fuerte. Además, el ejercicio es esencial para que el animal equilibre su cuerpo y mente, lo que le ayuda a aceptar mejor la vuelta a casa y las horas lejos de ti.

2. Déjalo solo poco a poco. Al volver a las obligaciones habituales, probablemente tu perro tendrá que quedarse solo en casa durante horas. Esto será duro para él, por lo que lo mejor es comenzar poco a poco, unos días antes de reincorporarte a tu trabajo o estudios. Puedes empezar con períodos de 10 minutos e ir aumentando progresivamente.

3. Salir y volver a casa. Siguiendo esta misma línea, la forma de salir y entrar a tu casa puede determinar la reacción que pueda tener tu perro al quedarse solo. No te despidas al irte ni le saludes al volver hasta que no esté completamente tranquilo. Algo tan sencillo tiene una gran influencia sobre él.

4. Juguetes. Los juguetes pueden ayudar a tu peludo a quedarse en casa, ya que le distraen y de esta manera acepta mejor tu partida. Los que pueden llenarse de comida son los más aconsejables, pues pueden entretener al animal durante horas.

5. Cariño y paciencia. El peludo no debe sentirse ignorado en ningún momento. Tu cariño le ayudará a superar su ‘depresión postvacacional’, por lo que tienes que ser paciente y prestarle la atención que necesite.

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