El bozal es una herramienta común tanto en el campo del adiestramiento canino como en las clínicas veterinarias. Pero no por ello hay que usarlo a la ligera. Te damos algunas pautas para saber cuándo y cómo utilizar el bozal con tu peludo.

¿Tu perro necesita un bozal?
Son varias las causas que hacen necesario el uso del bozal. Las más frecuentes son:

1. Agresividad. Cuando un can, sea por el motivo que sea, presenta un comportamiento agresivo, hay que tomar ciertas precauciones, especialmente si ha llegado a morder alguna vez. El bozal es ideal para ello.

2. Comer del suelo. Algunos perros, en su mayoría cachorros, tienen la mala costumbre de comer las cosas del suelo. Esto puede ocasionar grandes daños a su salud, por lo que un bozal puede servir de protección, al menos mientras pasa esta fase.

3. Miedo al veterinario. Muchos canes son completamente pacíficos hasta que pisan una clínica veterinaria o una peluquería canina. En casos así es mejor usar el bozal para proteger a estos profesionales.

4. La ley. Según el Real Decreto 287/2002 del BOE, las razas consideradas potencialmente peligrosas están obligadas a llevar bozal en los espacios públicos.

Tipos de bozales
En líneas generales, existen dos tipos de bozales en el mercado:

1. Bozal de tubo o de tela. Puede ser de nylon, tela o cuero, y rodea completamente el hocico del animal. Esta clase de bozal no es recomendable, ya que le impide abrir la boca, por lo que no puede jadear y le resulta difícil respirar.

2. Bozal de canasta. Al tener orificios, es mucho más recomendable, ya que permite al perro jadear e incluso comer pequeños premios.

En cuanto al tamaño, ha de adaptarse perfectamente al hocico del peludo. Para ello lo mejor es que le pruebes varios modelos hasta dar con uno que no presione su piel pero no pueda quitarse con facilidad.

Cómo acostumbrarle al bozal
Los perros no suelen aceptar el bozal de buenas a primeras. Es importante acostumbrar al pequeño poco a poco, poniéndoselo varios minutos al día en casa durante algunas semanas hasta que se habitúe. Te será más fácil si usas comida como refuerzo positivo. Una vez se haya acostumbrado a su nuevo complemento, podréis salir a la calle.

Por otro lado, ten en cuenta que el bozal no es la solución para los problemas de comportamiento. Sólo debe usarse como complemento, nunca como sustituto de un proceso de adiestramiento. En este sentido, nadie mejor que un adiestrador profesional para guiarte.

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