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    Trucos para lograr que tu gato adore el transportín

    18 febrero, 2019

    El transportín es necesario para realizar cualquier desplazamiento con tu gato: de viaje, al veterinario, visitas… El problema es que a veces meter dentro al minino puede convertirse en una auténtica batalla. Te enseñamos cómo hacer que tu pequeño adore el transportín.

    Escoge el modelo adecuado
    Todos los consejos que vamos a darte a continuación no servirán de nada si no eliges el modelo correcto. El transportín debe ser resistente, fabricado con materiales de alta calidad, y lo suficientemente amplio para que tu gato no vea limitados sus movimientos.

    Se recomienda optar por un modelo de dos piezas, cuyo techo sea desmontable. Eso facilitará todo el proceso, así como el manejo del gato cuando esté dentro del transportín. También es recomendable que sea rígido y tenga rejillas.

    Un lugar cómodo y tranquilo
    La clave para lograr que tu gato acepte el transportín es convertirlo en una especie de refugio para él. Para ello, lo primero es ubicarlo en un lugar silencioso y tranquilo de la casa. Lo mejor es que comiences retirando el techo y dejando sólo la base.

    Tendrás que hacer que dicha base sea lo más cómoda posible para tu minino. Para ello puedes colocar una manta suave y mullida y rociarla de feromonas para gatos, que producen un efecto calmante.

    Refuerzo positivo
    Premiar al peludo cuando se tumbe en la bandeja también te será de gran ayuda. El refuerzo positivo es una de las mejores técnicas para cualquier proceso de adiestramiento. Puedes darle golosinas y acariciarle mientras esté en el transportín.

    Colocar el techo
    Cuando el animal se haya familiarizado con el transportín, puedes colocar la parte superior y actuar de la misma manera; es decir, usar las feromonas felinas y el refuerzo positivo. Es importante que el gato se habitúe a entrar en su interior.

    Mover el transportín dentro de casa
    Una vez el minino se encuentre cómodo dentro del transportín, es hora de cogerlo y moverlo de un lado a otro. Primero por casa, para después pasar a dar pequeños paseos por la calle. Poco a poco el pequeño se irá acostumbrando a su nuevo accesorio.

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