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    Cómo tratar la agresividad en el gato

    15 octubre, 2018

    A pesar de su fama de huraños, los gatos pueden ser realmente cariñosos con los suyos. Sin embargo, también pueden desarrollar comportamientos agresivos. En ese caso, es importante averiguar el origen del problema y comenzar a tratarlo. Si crees que tu minino puede sufrir este trastorno, presta atención a nuestros consejos.

    Cómo reconocer a un gato agresivo
    Es importante definir lo que es realmente un gato agresivo. Para empezar, debes diferenciar entre los episodios aislados y el carácter violento, ya que si presenta esta actitud ocasionalmente no podemos hablar de un verdadero trastorno de conducta.

    Se trata de verdadera agresividad cuando el animal reacciona violentamente con frecuencia. Nos referimos a bufidos, arañazos y mordidas principalmente, que a su vez vienen acompañados de otras señales de alerta como pelaje erizado, pupilas contraídas y mirada fija.

    Principales causas
    Existen varios motivos por los que el animal puede desarrollar este trastorno. Algunos de ellos son:

    1. Territorialidad. Los gatos tienen un carácter muy territorial, por lo que es fácil que adopten una conducta agresiva para proteger sus dominios. Es más común entre machos durante la época de celo y a menudo da lugar a peleas.

    2. Miedo y/o inseguridad. A veces, este comportamiento constituye la estrategia de defensa ante un posible ataque. Si el minino se siente en peligro, es muy probable que bufe y arañe para protegerse.

    3. Protección de los cachorros. Las hembras se enfrentan a cualquier peligro para proteger a su camada, por lo que muchas veces desarrollan una fuerte agresividad durante los días posteriores al parto.

    4. Mala socialización. Se suele creer que los gatos no necesitan socializarse, pero no es cierto. El contacto con otras personas y animales es esencial para prevenir las conductas negativas.

    5. Dolor. Puede que el peludo esté sufriendo alguna dolencia física que agrie su carácter. Por ello, lo primero que debes hacer es acudir al veterinario para descartar problemas de salud.

    Tratamiento y prevención
    La solución dependerá del origen del problema. Una vez descartada la patología física, puedes acudir a un especialista en educación felina para averiguar la causa exacta y prevenir su aparición. Pero en líneas generales, tendrás que seguir estas pautas:

    1. No toques, regañes o grites al gato cuando se muestre agresivo. Lo mejor en ese momento es alejarte lentamente y volver cuando esté tranquilo.

    2. Actividad física. Al contrario de lo que se suele creer, los mininos necesitan ejercicio físico para descargar su exceso de energía. A algunos les encanta pasear, pero a la mayoría les basta con rascadores y juguetes.

    3. Ambiente tranquilo. Es importante proporcionar al felino un ambiente tranquilo y silencioso para evitar problemas de ansiedad y nerviosismo, que frecuentemente desembocan en comportamientos agresivos.

    4. Mucho cariño. A veces la agresividad viene dada por la falta de cariño. Por ello, debes proporcionarle a tu gato todos los mimos que demande: caricias, masajes, palabras suaves, etc. Cuanto más confiado se sienta, más improbable será que desarrolle una actitud agresiva.

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