Actualmente adquirir un reptil como mascota es tan sencillo como encargarlo por Internet o acudir a una tienda especializada. Sin embargo, la convivencia con esta clase de animales no es tan simple. Además de requerir cuidados especiales, podemos poner en riesgo nuestra salud y contribuir al maltratado animal. Te damos más detalles.

Necesidades especiales
En primer lugar, has de ser consciente de que los reptiles no son una mascota cualquiera, sino animales exóticos que proceden de un entorno muy diferente al nuestro. Además, no suelen ser de naturaleza amigable con el hombre, al menos no hasta el punto de convivir con él por voluntad propia.

Estas especies presentan ciertas necesidades especiales. Dependiendo de su lugar de origen, requieren un gran terrario con una temperatura y una humedad adaptada a su especie, ya sea de zonas húmedas o áridas. Además, su alimentación puede ser un tanto peculiar, incluyendo insectos.

Por otro lado, encontrar un veterinario especializado en reptiles no es tan fácil como encontrar uno de mascotas tradicionales, pues las clínicas veterinarias no siempre disponen de expertos en animales exóticos.

¿Un riesgo para la salud?
A veces estos animales son puestos en venta sin pasar ningún control sanitario ni veterinario, especialmente si llegan a nuestro país de manera ilegal. De ahí el riesgo de que nos transmitan enfermedades como la salmonella. Por esta razón es tan importante acudir a centros de calidad.

Asimismo, si decides llevarte uno de estos animales a casa, tendrás que extremar las precauciones y las medidas de higiene. Por ejemplo, no tocar sus excrementos y mantener siempre limpio su terrario.

Tráfico ilegal
Uno de los asuntos más complicados a la hora de tratar el tema de los reptiles como mascotas es el del tráfico ilegal de especies. No son pocos los animales que llegan cada día a nuestro país en condiciones deplorables, muchos de ellos incluso sin vida, para ser vendidos a tiendas o a particulares.

Comprando un ejemplar puedes estar contribuyendo a este problema. Si quieres uno de estos pequeños en tu casa, te recomendamos acudir a un centro de adopciones y consultar sus cuidados con un auténtico experto. Y recuerda, especies como la pitón real, la tortuga de Florida y el varano de sabana están prohibidas en España.

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