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    El puntero láser puede ser un mal juguete para tu gato

    16 abril, 2019

    Si bien es cierto que los gatos necesitan estimular su cuerpo y mente, también lo es que no todos los juegos son adecuados para ello. Un buen ejemplo es el puntero láser, cuyo uso inadecuado puede causar problemas de comportamiento en tu minino. Te explicamos por qué.

    Qué es el puntero láser
    El puntero láser es un dispositivo que proyecta una luz roja en forma de punto sobre la superficie que queramos. A los gatos parece encantarles perseguir esta luz, por lo que se ha convertido en un juguete habitual para nuestros mininos.

    Esto tiene sus ventajas. No sólo supone una distracción para ellos, sino también una manera de animarles a hacer ejercicio, combatiendo con ello la obesidad. Sin embargo, este elemento tiene sus inconvenientes.

    Afecta a su comportamiento
    Cuando un gato persigue esta luz, lo hace por un motivo: su instinto depredador. No obstante, con este juego el felino nunca ve recompensado su esfuerzo. Es decir, no llega a cazar ninguna presa.

    Esto genera un fuerte sentimiento de frustración que desemboca en determinados trastornos de comportamiento. Uno de ellos es la obsesión por perseguir luces y sombras por toda la casa, que le sumerge en un estado de ansiedad constante. A su vez, esto puede llevarle a adquirir conductas destructivas y agresivas.

    Cuidado con la luz
    La luz demasiado fuerte genera daños en la retina, algo a lo que se expone el felino cuando juega con el puntero láser. El daño se minimiza enormemente si usas un láser con luz LED, ya que es de menor intensidad y por tanto menos agresiva para los ojos.

    ¿Es peligroso el puntero láser?
    A pesar de estas desventajas, no tienes por qué descartar completamente el puntero láser. La clave está en crear un juego de esfuerzo y recompensa que evite la frustración de la que hablábamos. Por tanto, cada vez que el peludo ‘cace’ la luz, hay que premiarle con caricias o comida.

    También se recomienda finalizar el juego sustituyendo el láser por un objeto que el gato sí pueda cazar, como un juguete tipo caña de pescar o un peluche. El truco para evitar los problemas que hemos mencionado antes es ‘dejarle ganar’.

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