Quedan pocos días para la llegada de Papá Noel y puede que la idílica imagen de un cachorro saliendo de una caja de regalo bajo el árbol pase por tu mente. Pero debes saber que detrás de esta estampa encantadora se esconden algunos inconvenientes. Te explicamos por qué es una mala idea regalar un animal de compañía por Navidad.

No todo el mundo puede cuidar una mascota
Acoger a un animal en nuestra casa conlleva una enorme responsabilidad. No todo el mundo está dispuesto ni es capaz de asumirla. Si de verdad vamos a regalar un animal, tenemos que asegurarnos de que va a estar en buenas manos y que no estamos causando problemas a nadie.

Cuidado con los niños
Los cachorros suelen llegar por Navidad para complacer los deseos de los más pequeños. Pero hay que ser conscientes de que su interés puede desaparecer con el paso del tiempo y de que los niños no pueden asumir todas las obligaciones que conlleva tener una mascota.

Un compromiso no siempre deseado
Al regalar un animal, podemos estar comprometiendo a alguien que no esté preparado. Trastocamos la vida de los demás y le ‘imponemos’ determinadas cargas que no siempre están dispuestos o no pueden aceptar.

Los cachorros crecen
Un cachorrito en casa puede resultar adorable, pero no debemos olvidar que los animales crecen. Puede que a las personas a las que les lleves este regalo tan especial no les haga gracia convivir con una mascota de dimensiones considerables.

Podemos estar provocando un futuro abandono
Tras la Navidad, cada año son abandonados más de 100.00 animales de compañía. Muchos de ellos han sido regalos no deseados o que han perdido interés a lo largo de las semanas. Podemos reducir esta cifra tan alarmante evitando esta clase de regalos.

Cuándo y cómo regalar una mascota
Todo esto no quiere decir que no podamos regalar una mascota por Navidad, pero si vamos a hacerlo, debe ser una decisión muy meditada y consensuada con las personas a las que se la vamos a regalar. Estos son algunos factores a tener en cuenta:

1. Evitar sorpresas. La sorpresas no siempre son una buena idea. Antes de llevar un animal a casa debemos hablarlo con toda la familia y asegurarnos de que va a ser bien recibido.

2. Confianza ciega. Las personas a las que vamos a regalar la mascota deben ser de plena confianza. Si dudamos de sus capacidades para cuidar a un ser vivo, será mejor descartar esta idea.

3. Niños responsables. Si el regalo es para un niño, es importante que no sea demasiado pequeño y que pueda asumir algunos cuidados del animal. Siempre con la supervisión y ayuda de sus padres.

4. Optar por la adopción. Ya que vamos a acoger un animal, ¿qué mejor que darle una segunda oportunidad a algún peludo que lo necesite? La adopción es sin duda la mejor alternativa.

Insistimos en que no hay que tomar la decisión a la ligera. Recuerda que los animales no son juguetes.

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