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    El Museo del Perro vuelve a Nueva York

    11 febrero, 2019

    Hace millones de años que el perro se convirtió en el mejor amigo del hombre. Puede decirse que es nuestro compañero infatigable, nuestro mayor apoyo y, prácticamente, nuestro hermano. ¿Por qué no iba a merecer su propio museo en una de las ciudades más poderosas del mundo? Te presentamos el Museum of the Dog de Nueva York.

    Mucho más que arte
    El Museo del Perro no tiene nada que envidiar a cualquier otro museo. Su colección de piezas es enorme, tanto en número como en valor histórico, cultural y económico. Sus salas abarcan desde cuadros de la época victoriana hasta carteles de películas.

    En total, más de 180 tesoros relacionados con el perro componen este centro. En él encontramos obras de gran valor, como el retrato de una hembra de San Bernardo realizado por la pintora estadounidense Maud Earl en 1986. Además de los cuadros de Edwin Henry Landseer, un experto pintor de perros y el preferido por la reina Victoria de Inglaterra.

    Sin olvidar el famoso retrato de Millie, la springer spaniel del ex presidente de Estados Unidos George Bush. Esta pequeña llegó a protagonizar un libro escrito por la primera dama, Barbara Bush, que resumía su día a día en la Casa Blanca.

    Un valor incalculable
    Su colección de obras pictóricas no es lo único que nos ofrece el Museum of the Dog. Una de las piezas más destacables es el esqueleto de un fox terrier fallecido en 1888, considerado el padre de la estirpe de los fox terrier de pelo liso.

    Y no sólo eso: figuras de porcelana, fotografías, estatuas de tamaño natural, collares y carteles de cine, entre otras muchas cosas. Por no hablar de las pantallas interactivas, en las que una graciosa perrita virtual llamada Mollie nos muestra consejos para adiestrar a nuestros peludos.

    Y este no es el único juego interactivo que hay en el museo. Otras pantallas incluyen un sistema de reconocimiento facial que indica a los visitantes cuál es su ‘pedigrí’. Con ello, los asistentes al museo pueden averiguar qué raza serían si fueran un perro. Asimismo, el centro acoge muestras temporales.

    Vuelta al hogar
    Hace algunas semanas el Museum of the Dog era noticia por su vuelta a Nueva York. El American Kennel Club, entidad a la que pertenecen todas estas obras, ha decidido trasladar de nuevo su colección a la capital de Estados Unidos, donde tiene sus orígenes y que tuvo que abandonar temporalmente por falta de espacio.

    Ahora regresa de San Louis (Missouri) para ubicarse en el edificio Kalikow, en Park Avenue, que cuenta con amplias salas de exposiciones y una enorme biblioteca con alrededor de 15.000 volúmenes sobre temática canina.

    La entrada es de 13,17 euros (15 dólares) y, por el momento, los perros no pueden acceder al museo. Todo se andará pues, al fin y al cabo, ellos son los grandes protagonistas.

    Fuente de las imágenes: Museum of the Dog

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