Hoy en día la tarántula está comúnmente aceptada como animal de compañía, pero hay que reconocer que no es una mascota corriente. Antes de acoger a una de estas ‘pequeñas’ en tu casa, debes informarte bien sobre los cuidados que necesita y los peligros que entraña la convivencia con ella. Si te interesa, presta atención.

Terrario y espacio
Evidentemente, la tarántula no puede andar suelta por la casa sin supervisión. Necesita un terrario amplio equipado con los elementos imprescindibles, como un bebedero, piedras de diferentes tamaños (sin esquinas cortantes), plantas y sustrato o arena.

Conviene ubicar las piedras y las plantas del terrario de manera que formes madrigueras donde la pequeña pueda refugiarse cuando lo crea conveniente. Además, debemos dejarla pasear por la habitación frecuentemente, siempre con supervisión.

Alimentación
La dieta de la tarántula se basa en insectos, entre los cuales los más comunes son los grillos, las cucarachas, los gusanos y los saltamontes. Encontrarás esta comida tan ‘suculenta’ en tiendas especializadas en animales exóticos.

¿Es venenosa?
Todas las especies de tarántulas son venenosas en menor o mayor medida, aunque sus picaduras no son tan peligrosas como las de otras arañas. Aun así, puede ocasionar hinchazón, dolor local, picor, erupciones y, en casos graves, mareos y espasmos musculares. Estos últimos son poco frecuentes.

Debido a todo esto, esta araña siempre debe ser manipulada por un adulto. Es muy importante que no dejes que niños y otros animales de compañía se acerquen a ella sin supervisión.

Cuidado con su abdomen
El abdomen de la tarántula es especialmente delicado, por lo que debes cogerla con mucho cuidado. No presiones nunca esta zona y no dejes que caiga desde una altura considerable.

Asesoramiento veterinario
Como cualquier otra mascota, la tarántula también necesita atención veterinaria. En este caso, has de buscar a un experto en este animal, ya que se trata de una especie exótica que requiere cuidados muy específicos.

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