Puede que creas que cepillar a tu gato no tiene demasiada importancia, pero lo cierto es que este hábito aporta importantes beneficios para su salud mental y física. Te explicamos todas estas ventajas y cómo hacer del cepillado una rutina agradable.

Beneficios del cepillado
El cepillado no sólo mejora el aspecto de los mininos. También les ayuda a mantener su salud en buen estado, ya que les aporta los siguientes beneficios:

1. Previene las bolas de pelo en el estómago. El pelo de los gatos crece en ciclos. Cuando comienza a crecer nuevo pelaje, las antiguas capas quedan en la superficie, formando lo que se llama ‘pelo muerto’.

Al acicalarse, tu gato puede ingerir este pelo, que crea peligrosas bolas en su estómago. Si lo cepillas a diario consigues que este pelo suelto quede adherido al peine, con lo que evitarás este problema.

2. Ayuda a mantener limpia la casa. Al retirar este pelo muerto con el peine, evitas que ‘vuele’ por toda la casa y se adhiera a tu ropa y muebles.

3. Permite detectar parásitos. El cepillado es la forma más sencilla y eficaz de detectar parásitos como pulgas o garrapatas en la piel del animal.

4. Mejora el estado de su pelo y piel. Además de evitar los molestos nudos, el cepillado elimina las escamas muertas de la piel y estimula la circulación sanguínea. Todo ello hace que su pelo se vea más brillante y sea más sedoso.

5. Reduce el estrés. A la gran mayoría de los mininos les encanta que los cepillen, ya que para ellos es una especie de masaje. Además, les ayuda a reforzar el vínculo emocional con sus dueños.

Cuándo y cómo cepillar al gato
Cuanto antes acostumbres a tu minino a los cepillados, mejor. Lo ideal es hacerlo desde cachorro, a los dos o tres meses de edad. También es conveniente hacerlo todos los días, pero si no te es posible, con dos o tres veces a la semana sería suficiente.

Has de hacerlo con mucho cuidado, ejerciendo una presión muy leve para no dañar la piel del pequeño. Siempre desde la cabeza hacia la cola, nunca a contrapelo. Además, has de elegir un lugar cómodo para ello y un momento en que el gato esté tranquilo.

Por otro lado, debes evitar las zonas más delicadas como los bigotes y cerca de los ojos. Asimismo, es importante usar el cepillo adecuado para el tipo de pelo de tu gato; para dar con el modelo correcto, lo mejor es consultarlo con el veterinario.

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