Los hurones pueden ser mascotas perfectas, pero su instinto salvaje a veces les juega malas pasadas. Y es que en algunas ocasiones presentan un comportamiento algo agresivo, incluso hacia a aquellos que más le cuidan y quieren. Si tu hurón te muerde, no te pierdas estos consejos para acabar con el problema.

¿Por qué muerde?
Los hurones pueden morder por varios motivos. Muchas veces es su manera de llamar la atención, sobre todo cuando quieren comer o jugar, aunque también pueden reaccionar de esta manera por celos. Asimismo, puede muerden cuando se asustan o cuando se sienten inseguros, por ejemplo, al encontrarse en un lugar desconocido.

Cómo acabar con los mordiscos
No podemos consentir que nuestro hurón siga mordiéndonos, pues no sólo nos resulta molesto o puede hacernos daño, sino que si no corregimos este comportamiento a tiempo puede llegar a agravarse y el animal acabaría por desarrollar una actitud muy conflictiva.

Para evitar esto, debemos enfrentarnos a estos molestos mordiscos siguiendo unas determinadas pautas.

1. Acción y reacción. El animal debe comprender que morder está mal, por lo que cada vez que nos ‘clave el diente’ debemos hacer algo que le moleste, como soplarle a la cara o golpear suavemente su hocico. Siempre acompañado con un firme ‘no’, con el fin de que asocie esta palabra a un castigo. Por lo general, los hurones se apartan cuando reaccionamos así.

2. ‘Sacudirlo’. Si el hurón no quiere soltar, lo mejor será agarrar su nuca ejerciendo una leve presión (tal y como haría su madre) y sacudirlo suavemente, como una forma de castigo. Lo más seguro es que deje de morder en ese momento pero, si no funciona, podemos poner algo de sabor desagradable en su boca un poco de jabón por ejemplo, para que suelte rápidamente.

3. Aislamiento ocasional. Si todo esto no funciona, tendremos que castigar al pequeño llevándole a otra habitación y dejándole solo durante unos minutos. Nunca hay que encerrarle a modo de castigo en su jaula o transportín, ya que desde ese momento lo asociará a algo negativo.

4. Acariciarle mientras duerme. Hay que aprovechar cuando el hurón está durmiendo para acariciarle y mantener el contacto con él, acariciándole, hablándole suavemente, etc.

5. Cariño y paciencia. Hay que tener en cuenta que el hurón es un animal de naturaleza salvaje y que necesita tiempo y paciencia para adaptarse a un entorno doméstico. Con grandes dosis de cariño y disciplina a partes iguales podemos conseguir acabar con los comportamientos agresivos y lograr una convivencia pacífica.

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