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    ¿Tu gato orina en las macetas? Trucos para acabar con esta costumbre

    9 enero, 2020

    Los gatos son animales muy limpios que en raras ocasiones rompen sus normas de higiene. Por ello resulta tan extraño que algunos de ellos adopten la fea costumbre de orinar en las macetas de casa. Esta conducta puede deberse a varias causas que, a su vez, van a determinar las pautas a seguir para acabar con este problema. Si tu minino presenta este hábito tan molesto, no te pierdas los consejos que damos a continuación.

    ¿Por qué rechaza su arenero?
    Como decíamos, estos pequeños cuidan mucho su higiene y suelen usar siempre su arenero o bandeja sanitaria para hacer sus necesidades. En el momento en que dejan de hacerlo, hay que valorar posibles causas como:

    1. El arenero está sucio. Pocas cosas molestan más a un minino que la arena sucia, y por ello prefieren usar otras alternativas antes que pisar sobre ella. De ahí que recurran a las plantas, dada su similitud. Por ello es muy importante que sustituyas la arena a diario y laves la bandeja al menos una vez a la semana.

    2. Una mala ubicación. Quizá el animal no se sienta cómodo en el rincón en el que has posicionado su particular WC. Estos felinos necesitan intimidad y tranquilidad, por lo que ha de ser una zona poco transitada y silenciosa.

    3. La arena inadecuada. No todos los tipos de arena son del agrado de cualquier gato. Si tienes un minino en casa sabrás que estos peludos pueden llegar a ser realmente maniáticos, por lo que si la arena está áspera o es perfumada lo más seguro es que la rechace.

    4. Llamada de atención. A veces este tipo de trastadas se debe a que el gato considera que no tiene la suficiente atención por parte de los suyos o a que se aburre. La falta de juegos, cariño y ejercicio puede tener este efecto sobre su conducta.

    Cómo alejarle de tus plantas
    Una vez te hayas asegurado de que el arenero está en perfecto estado, ubicado en una zona tranquila, la arena es de alta calidad y tu gato no conoce el aburrimiento, puedes recurrir a determinados trucos para alejar al pequeño de tus plantas.

    1. Fuera de su alcance. Lo ideal es colocar las plantas en un lugar inaccesible para el gato, aunque si tenemos en cuenta su agilidad y flexibilidad, puede que no encontremos el rincón idóneo.

    2. Papel de aluminio. Es un truco muy sencillo pero muy efectivo. Sólo hay que cubrir la tierra de las plantas con papel de aluminio, ya que su destello, textura y ruido repelen a los gatos.

    3. Cítricos. De igual forma, los mininos huyen del olor de los cítricos. Por ello se recomienda esparcir cáscaras de limón y de naranja por la tierra; si no quieres que se vean demasiado, puedes rayarlas. Lo más seguro es que el animal ni se acerque.

    4. Mallas protectoras. Si estos trucos no han servido para alejar al pequeño de las plantas, puedes instalar unas mallas protectoras que las protejan. No es la opción más estética pero sí cien por cien efectiva.

    Si además de este hábito observas otras conductas inusuales en tu gato (inapetencia, nerviosismo, aislamiento, etc.), lo mejor será que acudas a un veterinario para descartar la existencia de algún problema de salud.

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