Hay pocos animales tan adorables como los hámsters. Son pequeños, suaves, inofensivos… ¡hasta que muerden! Y es que aunque son bastante pacíficos, también son asustadizos y pueden reaccionar así ante un posible peligro. Para evitarlo, has de ganarte su confianza. Te explicamos cómo.

¿Por qué muerden los hámsters?
Para evitar estos molestos mordiscos, hay que comprender por qué puede llegar a morder un hámster. Hay varios motivos, siendo el más común de ellos la falta de socialización. Si el pequeño no está acostumbrado a la mano del ser humano, es muy probable que la muerda.

Lo mismo ocurre si el hámster ha sufrido alguna experiencia traumática, como el ataque de otro animal o algún tipo de maltrato. El dolor físico también puede ocasionar esta reacción.

Cómo evitarlo
En base a esto, puedes seguir algunos consejos para evitar los mordiscos:

1. Acostúmbrale a tu presencia. Puede quetu hámster muerda porque sienta desconfianza. Para que supere el miedo, debes acercarte a él muy lentamente, sin llegar a tocarle.

Mete la mano dentro de la jaula y espera a que sea él quien la olfatee y se suba encima si quiere. Con el tiempo se dejará acariciar. También es conveniente que le hables, siempre con un tono suave.

2. Un entorno tranquilo. Con tranquilidad y silencio a su alrededor, el pequeño se encontrará más seguro y no sentirá la necesidad de defenderse con sus dientes.

3. Ejercicio. La ansiedad y exceso de energía también puede propiciar este comportamiento negativo. El ejercicio ayudará a tu hámster a equilibrar su mente.

Para ello puedes comprarle una rueda para correr, dejarle curiosear de vez en cuando por la casa (con supervisión), crear un juego de obstáculos para él con cajas y tubos de cartón, etc.

Reeducar al hámster
Si tu hámster ya es un experto mordedor, no bastará con seguir estos métodos de prevención. Has de eliminar esta mala conducta y reeducar al pequeño. La mejor manera de hacerlo es usar el refuerzo positivo. Por ejemplo, cuando se acerque a ti pacíficamente, puedes premiarle con un poco de comida.

Se trata de un proceso lento, por lo que te recomendamos que te armes de paciencia. Con el paso del tiempo lograrás que tu pequeño te adore y podrás darle todos los mimos que quieras.

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