Ya sea porque tu conejita vaya a tener crías o porque hayas encontrado a un pequeño desamparado, conviene que aprendas a tratar adecuadamente a un conejo recién nacido. Tus cuidados son claves para sacar a estos pequeños adelante, pues son muy vulnerables durante sus primeros días de vida. Los resumimos en este artículo.

Prepara el nido
Tanto la madre como las crías necesitarán un lugar mullido y templado donde los pequeños puedan mantener el calor corporal. Por ello es importante que fabriques un nido adecuado para que la hembra dé a luz y cuide a los recién nacidos.

Para ello puedes usar una caja de cartón, colocando en el fondo papel de periódico y cubriéndolo con una base de heno y fibra de coco. La madre se encargará de mullir todo e incluso puede que use su propio pelo para ello.

Es importante ubicar este nido en un rincón cálido y tranquilo donde los pequeños puedan descansar sin ser molestados. Asegúrate de que no haya corrientes de aire a su alrededor ni demasiada luz, pues los gazapos (como también se llama a los conejos recién nacidos) son muy sensibles a la misma.

Primer contacto tras el parto
Las conejas son unas madres excelentes, por lo que no debes entrometerte demasiado en su cuidado ni manipular constantemente a las crías durante los primeros días, ya que son muy vulnerables. Eso sí, has de supervisar que todo vaya bien, así como retirar la placenta del nido para mantenerlo limpio.

Alimentación
La propia hembra será quien se encargue de alimentar a sus hijos. Si el pequeño o pequeños son huérfanos, deberás alimentarles tú con el tipo de leche que te indique el veterinario (nunca de vaca), al menos durante sus tres primeras semanas de vida. Hay que suministrarles pequeñas dosis de dos a tres veces al día, siempre a una temperatura tibia y mediante una jeringuilla o biberón.

A partir de las tres o cuatro semanas se puede empezar a añadir heno, sin retirar aún la leche. Es más, lo ideal es mezclarla con el heno. Una vez cumplan las 12 semanas pueden introducirse muy poco a poco diferentes verduras, siendo recomendable dárselas por separado para comprobar cómo asimila cada una de ellas.

A los cuatro meses se inicia la etapa adulta, por lo que ya podemos proporcionarle una dieta basada en heno (80%), pienso (10%), verduras (10%), y por supuesto, agua fresca.

Una temperatura cálida
Es muy importante mantener una temperatura cálida en el nido. Los días más fríos puedes usar una bolsa de agua caliente, posicionándola debajo de una toalla o manta para que las crías no se quemen.

Higiene
Ten en cuenta que tanto la madre como los recién nacidos harán sus necesidades constantemente dentro del nido. Por ello debes extremar las medidas de higiene, sustituyendo las toallas, heno y papel de periódico frecuentemente. Todo ello con mucho cuidado a la hora de manipular a los gazapos.

Ayuda veterinaria
Aunque todos estos consejos son de gran utilidad, el cuidado de los conejos recién nacidos es un asunto muy delicado que siempre requiere la ayuda y asesoramiento de un veterinario especializado en estos animales. No dudes en consultar todos estos asuntos con un experto cualificado.

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