El pez mariposa es una de las criaturas más bellas que podemos encontrar en el fondo marino. Y aunque este debe ser su hábitat, a veces las circunstancias nos obligan a mantenerlo en cautiverio, pues una vez un pez doméstico ha vivido en un acuario no se puede devolver a un entorno natural. Si estás pensando en adoptar a uno de estos pequeños, no te pierdas nuestros consejos para cuidarlo como es debido.

Un gran acuario
Esta especie tropical habita entre los arrecifes de coral de Filipinas, Islas Maldivas, India, Japón e Indonesia, entre otras zonas. Nuestro deber es asemejar el acuario a su hábitat natural en medida de lo posible, por lo que tendremos que adaptar la temperatura y añadir algunos complementos.

El agua debe mantenerse a una temperatura de 28ºC, con un ph de entre 8 y 9, y una densidad de 15ºC. Asimismo, el acuario ha de ser muy amplio, pues un pez mariposa puede llegar a medir de 5 a 12 centímetros y necesita bastante espacio para nadar.

En este caso los corales son un complemento imprescindible, ya que en el fondo marino el pez mariposa vive entre arrecifes. Tenemos que imitar este ambiente en el acuario, situando distintos corales donde los peces mariposa puedan ocultarse y descansar cuando así lo requieran.

Alimentación
En el fondo marino, estos peces comen pólipos del interior de los corales, plancton, anémonas, crustáceos, gusanos y pequeños invertebrados. En cautividad, lo mejor que podemos hacer es optar por la comida ya preparada, dado que es rica en nutrientes y aporta a los animales todo lo que necesitan. Siempre hay que decantarse por marcas de alta gama. Con la dieta y los cuidados adecuados estos animales pueden llegar a vivir hasta 10 años.

Convivencia
El pez mariposa es muy territorial y agresivo con otras especies, por lo que sólo puede convivir con otros ejemplares como él. Es bastante solitario, llegando a atacar a los demás, y por ello como máximo pueden incluirse dos peces mariposa en un mismo acuario.

Peligro de extinción
No hay que olvidar que el pez mariposa está catalogado como animal en peligro de extinción debido a la contaminación marina y a la destrucción de su hábitat. Por ello, si quieres uno de estos pequeños te recomendamos optar por la adopción en lugar de comprar.

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