La llegada de un bebé no sólo implica cambios para la familia, también para nuestra mascota. ¿Qué ocurre si siente celos del bebé? ¿Es conveniente dejar que huela al niño? A continuación, te damos una serie de consejos para saber cómo actuar con nuestra mascota cuando tenemos un bebé en casa.

Antes de la llegada del bebé
Lo primero que debemos hacer es acostumbrar a nuestro perro a un horario realista, puesto que es probable que sus paseos se vean alterados con la llegada del bebé. Es importante ir cumpliendo este nuevo horario semanas antes para lograr que se adapte progresivamente. También conviene dedicar 10-15 minutos de nuestro tiempo diario a atenderle: jugar con él, cepillarle, acariciarle… El animal debe sentir que sigue siendo igual de importante en casa para que no experimente celos hacia el bebé.

El siguiente paso es dejar que nuestro perro entre en la habitación del niño. Es fundamental que pueda percibir los nuevos olores para que se acostumbre a ellos lo más rápido posible. De la misma forma, no debemos dejar que coja nada del bebé. Con un ‘No’ o un ‘Mal’ será suficiente para que entienda que no puede hacerlo.

La presentación oficial
Si hemos seguido los pasos anteriores, nuestro perro debe estar acostumbrado a su olor y, por lo tanto, debe reaccionar positivamente al primer encuentro con el bebé. Sin embargo, su primera reacción será querer saludar a su dueña, al haber estado varios días fuera. Es importante que le permitamos tener ese encuentro como si nada hubiera cambiado, puesto que así aceptará al bebé de la mejor manera posible.

Para el momento de la presentación, lo mejor es sentarnos en el sofá con el bebé en nuestras rodillas para que nuestra mascota pueda olisquearle y se acostumbre a sus movimientos. Si el perro reacciona con un gruñido, debemos separarle de inmediato y llevarle a otra habitación. Cuando se calme, volveremos a intentarlo. Con tiempo y paciencia aceptará al niño sin problemas, solo necesita que nosotros reaccionemos con naturalidad ante esta situación.

Consejos para el día a día
Nunca dejes a tu mascota sola con el bebé. Tu perro puede aprovechar el momento para volcar la cuna al querer asomarse o hacerle daño al niño con sus patas. Aunque lo haga sin mala intención, la diferencia de fuerza puede hacer que tengamos un pequeño disgusto.

Cuando los niños comienzan a andar, realizan movimientos bruscos y se agarran a cualquier cosa para no caerse. Esto puede asustar a nuestro perro, por eso debemos estar presentes siempre para transmitirle calma y normalidad.

Educa también a tu hijo
Es igual de importante enseñar al perro a tratar al niño que enseñar al niño a tratar al perro. Es conveniente educar al niño a respetar sus juguetes, su cama y su espacio. Así evitaremos situaciones peligrosas para los dos.

En el siguiente video puedes conocer con más detalle cómo debemos educar a nuestro perro ante la llegada de un bebé:

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