Una de las grandes ventajas del invierno es que podemos disfrutar de los bellos paisajes y la diversión que nos regala la nieve. Más aún si llevamos a nuestro perro con nosotros, aunque debemos protegerle como es debido. Te damos algunos consejos para ello.

Buena planificación
Antes de planear la excursión, tenemos que comprobar que la zona a la que vamos a ir es segura. Hay que informarse bien antes de salir de casa para evitar accidentes, incluyendo las características de la zona y la previsión meteorológica.

Ropa de abrigo
A algunas razas como el husky siberiano o el boyero de Berna les basta con su denso pelaje para protegerse del frío, pero otros muchos perros necesitan una ayuda extra. Es importante vestirlos con un abrigo cálido, cómodo e impermeable para evitar resfriados y problemas mayores.

Protege sus almohadillas
Las almohadillas de los canes son muy resistentes, pero no por ello debemos dejar de cuidarlas. El frío y la humedad pueden agrietarlas, por lo que es conveniente aplicar un protector que hidrate y repare la piel de esta zona. También hay que revisar sus patas frecuentemente durante la excursión.

Cuidado con el sol
Aunque muchos crean lo contrario, el efecto del sol en las zonas nevadas es muy intenso. Es esencial, por tanto, proteger a nuestro perro de la radiación solar aplicando un protector solar en su nariz y partes en las que no tenga pelo.

Siempre a la vista
Las zonas nevadas tienen un inconveniente para estos animales, y es que les cuesta más olfatear e identificar el camino. Esto, unido a las características de estos terrenos, puede hacer que nuestro peludo se pierda.

Podemos evitarlo llevándolo atado en todo momento. Así también impedimos que moleste a otras personas o perros y que sufra accidentes. Se recomienda, asimismo, ponerle un abrigo fluorescente para que sea más fácil encontrarlo en caso de pérdida.

Que no coma nieve
La nieve puede contener sal, anticongelantes y otras sustancias nocivas para los perros. Por esto hemos de impedir que el peludo coma nieve y, si presenta vómitos u otros problemas gastrointestinales, debemos acudir inmediatamente al veterinario.

Después de la excursión…
Evidentemente, el perro llegará a casa mojado y probablemente sucio. Lo ideal es bañarlo después de la excursión y secarlo bien para evitar resfriados y otros problemas asociados al frío y la humedad.

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