A los perros les encanta pasear, pero no siempre es fácil hacer que adquieran este hábito. Su gusto por la calle depende en gran medida de su primer paseo, que a veces resulta ser una mala experiencia. Dada la importancia de esta actividad en su día a día, te damos algunos consejos para hacer del primer paseo una vivencia fantástica.

Cuándo dar el primer paseo
El sistema inmunológico del cachorro no está lo suficientemente desarrollado durante sus primeras semanas de vida. Por ello, antes de dar su primer paseo, el veterinario tendrá que desparasitarle y administrar las vacunas obligatorias. Este proceso tiene una duración aproximada de tres o cuatro meses.

Contacto inicial con el collar y la correa
El pequeño debe familiarizarse con el collar y la correa antes de salir a la calle por primera vez. Es recomendable empezar por el collar, dejando que lo olfatee antes de ponérselo. Lo ideal es hacerlo progresivamente, poniéndoselo a ratos en casa.

Una vez se haya habituado al collar o arnés, haremos lo mismo con la correa. Es mejor que no sea extensible, pues una correa tradicional nos proporciona un mayor control sobre el cachorro.

Antes de salir
Cuando el perro se haya acostumbrado totalmente a estos dos elementos, es hora de comenzar con los paseos. Primero en nuestra propia casa, de manera que el can comprenda el funcionamiento del collar y la correa.

Una vez se muestre cómodo, podemos salir a la calle. Pero no de cualquier forma. Sólo saldremos de casa cuando esté tranquilo y haciendo que cruce la puerta a nuestro lado o detrás de nosotros, nunca delante. Así, desde el primer momento le estamos indicando que nosotros lideraremos la caminata.

¿Y si se niega a caminar?
Algunos perros sienten miedo o ansiedad ante el barullo propio del exterior, por lo que pueden llegar a negarse a caminar e incluso a salir de casa. No hay que forzarlo en ningún caso, ya que así podríamos empeorar la situación.

El refuerzo positivo será nuestro mayor aliado en esta situación. Mediante caricias y comida podemos animarle a caminar, hasta que poco a poco pierda el miedo. Hay que tener paciencia, ya que este proceso puede durar meses. De igual forma, debemos ofrecerle una recompensa cada vez que se porte bien o haga sus necesidades en la calle.

Mantener el liderazgo
Somos nosotros quienes tenemos que marcar la dirección y el ritmo del paseo. Eso sí, sin dar tirones con la correa ni gritar al animal. La clave es mantener una actitud firme y tranquila. También hay que dejar que el peludo olfatee, pues ésta es su forma de familiarizarse con el entorno y adquirir confianza.

Después del paseo
Al llegar a casa debemos felicitar a nuestro pequeño con premios y caricias para que asocie el paseo con algo positivo.

El primer paseo no suele ser perfecto. El perro necesita meses para aprender bien las órdenes de educación. Pero con cariño y paciencia lograremos disfrutar de los paseos junto a nuestro amigo de cuatro patas.

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