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    Agresividad en los peces de acuario: cómo evitarla y qué hacer para solucionarlo

    22 mayo, 2019

    Puede que te parezca extraño, pero lo cierto es que los peces, al igual que mascotas como el perro y el gato, también presentan comportamientos agresivos. Te explicamos cuáles pueden ser los motivos y cómo solucionar el problema.

    Principales causas
    Si bien la genética influye enormemente en el carácter de los peces, hay otros factores que propician la agresividad entre ellos. Los más comunes son:

    1. Cautiverio. Algunos estudios afirman que el cautiverio produce un malestar en los peces que se traduce en agresiones hacia los demás. Por ello hay que procurar que el acuario sea lo más similar posible a su entorno natural.

    2. Defensa territorial. Los peces son animales territoriales y, paradójicamente, han de compartir territorio cuando conviven en un mismo acuario. Esto da lugar a peleas que pueden llegar a ser incluso mortales.

    3. Falta de espacio. En línea con lo anterior, si estos pequeños no tienen el espacio suficiente para moverse con tranquilidad se sentirán realmente frustrados. El contacto demasiado estrecho con los demás hace que se ataquen entre ellos.

    4. Especies incompatibles. Si juntamos en el mismo acuario especies depredadoras con sus presas, es evidente que no puede salir bien. Por ello, hay que buscar siempre peces compatibles entre sí.

    ¿Qué hacer?
    Al hilo de lo anterior, para acabar con estas conductas violentas tendremos que tomar ciertas medidas. La más importante es proporcionar a los animales un acuario en condiciones; es decir, amplio, limpio, con el ph y la temperatura de agua adecuadas, y con elementos naturales como rocas, piedras y plantas.

    También es importante que te asegures de darles suficiente comida. De lo contrario podrían protagonizar una auténtica batalla entre ellos por llevarse algo a la boca. Lo ideal es esparcir bien la comida por toda la superficie del agua para que todos puedan acceder a ella.

    Por otro lado, debes ser consciente de que hay especies simplemente incompatibles entre sí. Si has cometido el error de mezclar ejemplares de naturaleza enemiga, lo mejor será que los separes y busques a algunos de ellos un segundo hogar con compañeros con los que pueda convivir en armonía.

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