Los agapornis no son conocidos como ‘los pájaros del amor’ por cualquier cosa. Estas preciosas aves son muy sociables, odian la soledad y muestran una gran lealtad hacia los suyos. Pero, ¿de verdad necesitan vivir en pareja? ¿O se trata de un mito? Lo develamos.

Un pájaro muy sociable
Existen nueve especies de agapornis que habitan en África subsahariana, Madagascar, Kenia y Tanzania. Su nombre proviene de los términos griegos ‘ágape’ (‘amor’) y ‘ornis’ (‘pájaro’); es decir, ‘pájaro del amor’. Se le denomina así precisamente por el estrecho vínculo que establece con su pareja.

Este es el comportamiento que muestra en un entorno natural y que mantiene en cautividad. Y es que es un animal especialmente sociable, nunca vive solo, y como mascota reclamará constantemente tu atención.

¿El pájaro del amor?
Como decíamos, esta ave se caracteriza por la fuerte unión que establece con su pareja. Pero, ¿realmente es monógamo? ¿Lo suyo es amor para la vida? Muchos creen que sí, que el agapornis mantiene una relación amorosa con su pareja similar a la de los seres humanos. Sin embargo, hay que aclarar ciertos matices.

Si bien es cierto que este pequeño necesita compañía, esta no tiene por qué referirse a vínculos amorosos. A veces establece esta relación con ejemplares del mismo sexo, sólo que en muchas ocasiones esto conlleva comportamientos territoriales y agresivos.

Por otro lado, el agapornis no tiene por qué ser monógamo. Aunque a menudo elige un compañero de por vida, tanto el macho como la hembra pueden copular con otros. Además, si consideran que otro es más adecuado para reproducirse, no dudarán en cambiar de pareja.

La importancia de la pareja
Aunque el del agapornis no tiene por qué ser ‘un ‘amor para toda la vida’, está claro que necesita compañía. Una pareja le ayuda a socializar, a sentirse protegido, apoyado, acompañado y, en definitiva, a ser más feliz.

Asimismo, adoptar a estos pájaros en parejas te permitirá tener un poco más de libertad. Y es que el agapornis odia estar solo y, si le falta compañía, demandará tu atención constantemente. Ten en cuenta que este animal puede llegar a morir tras fallecer su pareja, así de intenso es su apego, por lo que de ser así ha de ser sustituida por otra cuanto antes.

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