Le conocemos como el maestro del terror y no es para menos. Con más de 60 libros de suspense y misterio a sus espaldas, Stephen King es uno de los autores más reconocidos y populares gracias a las adaptaciones cinematográficas de sus novelas. Pero lo que hoy nos ocupa es su lado más familiar, que suele mostrar en sus redes sociales a través de sus mascotas. ¡Te las presentamos!

Sus musas
Al escritor estadounidense le apasionan los enigmas, el mundo paranormal y los seres tenebrosos. El famoso payaso asesino de su novela ‘It’ o la adolescente con poderes tenebrosos de su best seller ‘Carrie’ son dos buenas muestras de ello. Pero en la vida real Stephen prefiere las mascotas adorables como sus dos perritas: Molly y Vixen.

Así lo demuestra en sus redes sociales, pues al novelista le encanta gritar a viva voz lo mucho que quiere a sus pequeñas corgi. Disfruta narrándonos su día a día, sus paseos, sus juegos en el parque… Las peludas son muy activas.

Y no sólo eso. Stephen King ha llegado a escribir un precioso relato llamado ‘Laurie’ inspirado en su perra Molly, pues según él, es una auténtica musa. “Ella es una musa, pero es una patada en el culo cuando estoy escribiendo. ¡Quiere salir a jugar a la pelota!”, ha llegado a admitir entre risas.

El límite del bien y del mal

El maestro King no sólo se encuentra entre el límite del bien y del mal en las temáticas de sus libros. También está en esta situación en la vida real, literalmente, gracias a sus mascotas.

Y es que el propio autor ha apodado así a sus pequeñas. Mientras que Molly es, según él, ‘la cosa del mal’, Vixen lleva con honor el título de ‘la cosa del bien’. Unos motes muy apropiados para las mascotas del rey del terror literario, ¿no crees?

No las llama así por cualquier cosa. Mientras Molly es traviesa y rebelde, Vixen es la viva imagen de la tranquilidad. Juntas forman un dúo perfecto.

Nada que ver con ‘Cujo’
Cualquier seguidor de Stephen King recuerda a Cujo, el protagonista de su novela homónima, un San Bernardo que se convierte en un feroz asesino tras contraer una cepa de rabia al ser mordido por un murciélago.

Este perro diseñado por la desbordante imaginación del autor no tiene nada que ver con sus peludas en la vida real. Las pequeñas adoran a su ‘padre’, disfrutan al máximo con sus juegos y demandan su cariño constantemente. Y él, encantado, pues si sobre el papel es el maestro del terror, en la vida real es un auténtico ‘dog lover’.

Fuente de las imágenes: Twitter de Stephen King (@StephenKing)

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