Las hienas son conocidas, sobre todo, por su característica ‘risa’. Lo que pocos saben es que este sonido estridente no es en absoluto una carcajada. Pero, ¿a qué viene entonces esta risa burlona? Los científicos han logrado descubrirlo.

Una reacción curiosa
Las hienas no se ríen. Según un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Jean Monnet en Saint-Etienne (Francia), el sonido que emiten estos animales es fruto de la frustración.

Estos expertos aseguran que las hienas realizan estos chillidos cuando están nerviosas o se sienten amenazadas. Por ejemplo, cuando un congénere quiere robarles la comida o cuando otro miembro de la manada es atacado.

Método de comunicación
Estos mamíferos pueden reproducir hasta diez clases diferentes de vocalización, que les permiten transmitir información importante a su manada: advierten sobre peligros inminentes, piden ayuda, comunican su rango social, etc. Esto también les ayuda a organizar su estructura social.

Además, las hienas son animales nocturnos, por lo que todo esto cobra mayor importancia para ellas. Al moverse continuamente en la oscuridad, necesitan comunicarse mediante el sonido.

El mito de la ‘risa’
En contra de lo que comúnmente se cree, las hienas no son animales crueles que se burlan de sus ‘víctimas’. Sólo cumplen su función en el ecosistema y se comunican mediante estos chillidos tan peculiares.

Tendemos a humanizar el comportamiento de los animales y por ello, tradicionalmente hemos interpretado este sonido como una risa malévola. Como vemos, no es más que un falso mito.

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