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    ¿Sabías que los dinosaurios ya tenían piojos? Descubre este y otros datos curiosos sobre estos insectos

    23 agosto, 2017

    Son uno de los insectos más odiados, especialmente por los padres de los niños en edad escolar. No es para menos, su aparición es un verdadero suplicio. Te contamos algunos datos interesantes sobre los piojos que harán que los mires de otra forma.

    Los ‘Dráculas’ de los insectos
    Los piojos se alimentan únicamente de sangre humana. No tienen otro sustento y por eso es tan difícil despojarse de ellos.

    Amantes de las orejas y la nuca
    Los piojos tienen zonas preferidas de nuestra cabeza. Les encanta el pelo de la nuca y de detrás de las orejas. Por eso se suelen concentrar más a menudo en estas zonas, a uno o dos milímetros del cuero cabelludo. Sus huevos, llamados liendres, se depositan detrás de las orejas adheridos con una especie de cola pegajosa, que producen las ‘mamás’ para que no se desprendan de la cabeza.

    Se decantan por los niños
    Sus víctimas favoritas son los niños de entre tres y diez años, porque a partir de esa edad aumenta la producción de sebo en el pelo, una sustancia que los piojos detestan. Además, los tintes capilares que contienen amoniaco son su principal enemigo, motivo por el que no se suelen dar casos de piojos en adultos.

    Se han vuelto más resistentes
    Los piojos cada vez son más resistentes a los tratamientos habituales basados en piretrinas, un insecticida muy utilizado hasta ahora. Tratamientos con dimeticona están ganando cada vez más terreno. Se trata de una silicona que tapona los orificios respiratorios del piojo y les causa la muerte.

    No saltan
    Al contrario de lo que se suele pensar, los piojos no saltan. Tampoco vuelan porque no tienen alas. Sin embargo, caminan muy rápido. Se calcula que a unos 30 centímetros por minuto sobre pelo seco. Por tanto, la única forma de contagio es mediante el contacto directo del pelo, compartir cepillos o juntar las cabezas.

    Les chifla en pelo limpio
    La falta de higiene personal no tiene nada que ver con la aparición de piojos. De hecho, estos insectos prefieren el cabello limpio porque les permite succionar mejor la sangre directamente de las venas del cuero cabelludo.

    No solo están en la cabeza
    Los piojos no solo pueden vivir en nuestra cabeza. Existen otras dos especies que viven en otros lugares. Una de ellas, en las fibras textiles de las sábanas y las toallas. En este caso, se trasladan a la piel humana para alimentarse. La otra, en el vello púbico y se transmiten por el contacto sexual. ¡Qué mal rollo!

    Los dinosaurios ya los sufrían
    Un estudio de la Universidad de Illinois asegura que los dinosaurios fueron probablemente los primeros seres vivos en sufrir los picores de los piojos.

    ¿Asesinos de piojos?
    En Europa y Estados Unidos existen varias empresas exterminadoras de piojos, cuyos operarios utilizan una potente miniaspiradora para extraerlos. Después, lanzan chorros de agua caliente sobre el pelo para deshidratar los huevos y finalmente, aplican un acondicionador y retiran los ‘cadáveres’ del cabello.

    Rápida propagación
    Los piojos suelen poner de cinco a diez huevos diarios. Solo se aparean una vez, pero de forma muy eficaz. La hembra almacena el esperma en su cuerpo y lo utiliza para producir huevos cada día hasta su muerte, que normalmente se produce un mes después.

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