Debido a su nocturnidad, sus hábitos alimenticios y las falsas creencias que rodean su figura, el murciélago no suele ser un animal muy querido. Pero lo cierto es que detrás de la desinformación y su mitificación como un ser peligroso y tenebroso, este animal es esencial para nuestro ecosistema. Te explicamos por qué.

¿Se alimentan de sangre?
Para tratar este asunto debemos comenzar por desmentir algunos falsos mitos. En primer lugar, hay que aclarar que solamente existen tres especies de murciélago que se alimentan de la sangre de otros mamíferos. Sus mordeduras en sí no son letales, como a veces se cree, aunque sí pueden transmitir enfermedades mortales.

La gran mayoría de murciélagos, sin embargo, basan su dieta en insectos, polen, frutos o pequeños animales (lagartijas, ratones, ranas…), dependiendo de la especie. En cualquier caso, su fama de ‘chupasangre’ no siempre es real, y aunque pueda causar algunos trastornos en determinados sectores como la ganadería, los beneficios que aporta son aún mayores.

Control de pagas
Al ser los insectos uno de sus platos favoritos, los murciélagos ayudan a evitar su superpoblación. Gracias a su sistema de ecolocalización detectan a sus presas muy fácilmente, por lo que son excelentes exterminadores. Mantienen libres de plaga los cultivos sin causar ningún daño al medio ambiente ni necesidad de usar productos químicos. De hecho, son muy valorados en los trabajos de agricultura ecológica.

En este sentido, hay que destacar que aunque los murciélagos que se alimentan de sangre pueden transmitir enfermedades, también ayudan a eliminarlas. Los mosquitos son portadores de malaria, dengue, fiebre amarilla y otras graves enfermedades; al comérselos, los murciélagos reducen las probabilidades de contagio en el ser humano.

Polinización
Mucha gente desconoce la gran labor de polinización que realizan los murciélagos en zonas como África y Asia. Las especies que se alimentan de frutas (mangos, plátanos, guayabas, dátiles, higos, aguacates…) transportan las semillas a largas distancias, lo que favorece su crecimiento en distintas áreas.

Lo mismo ocurre con las flores, llegando a intervenir estos quirópteros en la polinización de 500 especies diferentes. Prefieren aquellas que no emiten aromas fuertes, al contrario que las abejas, por lo que ambos animales complementan su actividad polinizadora.

Por todos estos motivos, el murciélago es clave para el equilibrio del ecosistema. Desafortunadamente a veces la desinformación pesa más que la verdad y hay especies que están siendo aniquiladas en algunas zonas. Por ello los expertos piden difundir un mensaje de respeto hacia este peculiar mamífero.

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