Si tienes gato, ya habrás comprobado que le encanta curiosear por la casa y hacer travesuras cuando estás durmiendo. Pero, ¿a qué viene esta costumbre? ¿Por qué no duerme por la noche? Te contamos las razones.

Nocturno por naturaleza
Todos los felinos son animales nocturnos, y el gato no iba a ser menos. En un entorno natural aprovecha la oscuridad para cazar, ya que goza de una excelente visión nocturna. Muchos mininos domésticos se han adaptado a nuestro horario, pero otros tantos conservan este instinto.

Falta de ejercicio
A menudo creemos que los gatos no necesitan actividad física y no les animamos a hacer ejercicio, incitándoles a una vida de sedentarismo realmente peligrosa para su salud. Esta carencia suele ser el motivo por el que los mininos dan rienda suelta a toda su energía por la noche.

Soledad
Otro mito muy extendido respecto a estos felinos es que pueden pasar muchas horas solos sin problemas. Esto es cierto en parte, pues si bien es verdad que son más independientes que otras mascotas, también lo es que adoran la compañía de los suyos. Si pasa todo el día solo, lo más probable es que tu gato trate de llamar tu atención por la noche.

Celo
El nerviosismo, los maullidos insistentes y los paseos nocturnos son síntomas característicos de la época de celo. Puede incluso que intente escapar de casa. La esterilización sería una buena opción en este caso.

No le gusta su cama
Aunque parezca algo obvio, a veces el gato rechaza su cama porque le resulta incómoda o porque está situada en un rincón ruidoso, demasiado frío o demasiado cálido. Debes asegurarte de que su cama es suave, mullida y los suficientemente amplia para que el peludo duerma con comodidad.

Hambre
Si tu gato te despierta con maullidos cada noche, puede que esté pidiendo comida. Prueba dándole la cena justo antes de irte a dormir, y si mantiene esta costumbre, plantéate usar un dispensador de comida automático. Eso sí, respeta la cantidad diaria recomendada.

Dolor o enfermedad
Si además de los paseos y los maullidos nocturnos notas a tu gato apático, irascible o pierde el apetito, puede que esté enfermo. Deberías llevarle a una clínica veterinaria para que el experto compruebe si tiene algún problema con su salud.

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