No sólo los tiburones pueden acabar contigo. En los entornos acuáticos encontramos toda especie de seres espeluznantes que pueden hacerte trizas. Te mostramos una lista de los peces más peligrosos del mundo para que huyas de ellos.

Pez globo
El pez globo se siente tan seguro de sus tácticas de defensa que no se molesta en huir de sus depredadores, sino que se ‘infla’ para evitar ser comido por cualquier otro animal. Y no sólo eso. También segrega veneno (tetrodotoxina) a través de sus espinas, que resulta letal para toda clase de animales, incluido el ser humano.

De hecho, un solo pez globo posee suficiente tetrodotoxina para matar a 30 personas. El asunto se agrava si tenemos en cuenta que no existe antídoto para combatir este veneno. Tan tóxico es este animal que, si no se cocina de la forma correcta, puede matar a cualquier valiente que se atreva a comérselo. Lo curioso es que, a pesar de ello, es un auténtico manjar en Japón.

Barracuda
Es un depredador rápido, violento y muy peligroso. Normalmente se alimenta de peces más pequeños como la anchoa o el salmón, pero también puede atacar a las personas. Es más, las barracudas protagonizan cada año un buen número de ataques hacia los buceadores en Hawaii.

Con un solo mordisco, una barracuda puede arrancarte una extremidad o causarte la muerte, ya que sus mandíbulas, alargadas y repletas de dientes afilados, son unas de las más fuertes del reino animal.

Pez gato eléctrico
A primera vista este pez parece inofensivo. Abarca más de 12 especies, muchas de las cuales apenas alcanzan los 30 centímetros de longitud. Pero que su tamaño no te engañe. Gracias a un órgano especial, este animal puede generar un campo eléctrico de hasta 400 voltios, lo suficiente para electrocutar a un ser humano adulto.

Pez león
Es el verdadero terror de los submarinistas. Habita entre los corales, donde se oculta para cazar desde las sombras. Su alimentación se basa en animales más pequeños, como gambas, langostas u otros peces. El peligro para el ser humano viene dado por el veneno que segregan sus espinas dorsales, pélvicas y anales. El contacto con ellas provoca inflamación, parálisis, náuseas, problemas cardiovasculares y en los casos más graves, la muerte.

Piraña
Una sola piraña puede pegarte un buen mordisco, pero un grupo de pirañas puede devorarte en cuestión de segundos. Son insaciables. Una vez comienzan a comerse una presa no paran hasta destrozarla. Viven comúnmente en los ríos de América del Sur, por lo que si te encuentras en la zona, asegúrate de que no haya pirañas antes de meter un pie en el agua.

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